La Huerta Mental

Hablemos de La Huerta Mental

Muchas personas hacen intentos de dejar de pensar de determinada manera. O dejar de actuar siempre del mismo modo ante una situación, pero no lo logran. Por eso hablaremos de la huerta mental en esta nota.

A veces nos damos cuenta que nuestros pensamientos y conductas no resultan positivos o productivos y queremos hacer algo con ello. Pero no sabemos qué hacer, ni cómo.

¿Cuántas veces te encontrás en esas situaciones en dónde te das cuenta que no podés detener esos pensamientos?. ¿Qué quisieras pensar algo diferente respecto de una persona, o una situación?  ¿Te ha pasado? 

Cocinar una carne:

Si queremos cocinar una carne, nosotros encendemos y regulamos el fuego, y como consecuencia la carne se cocina.

Esto puede parecer una obviedad, y de hecho lo es, pero vale la pena prestarle atención ya que aquí radica el punto que quiero explica. Para lograr algo, nosotros solo podemos ocuparnos de las causas de lo que queremos que suceda: Si quiero cocinar la carne, me ocupo de ponerla al fuego.

¿Cómo se relaciona entónces esto de las causas, con los pensamientos?

Semillas:

Los pensamientos son semillas que se van sembrando, y son mantenidas vivas desde entonces, y creciendo cada vez más y tomando nuevas formas.
De hecho, crecen de tal modo que luego ellos, a modo de programaciones, nos controlan con total facilidad al punto que ni cuenta nos damos que estamos actuando en automático.

Si tenemos siempre los mismos pensamientos, hacemos siempre lo mismo. ¿Se comprende, verdad?

¿Por qué siempre terminamos pensando y actuando igual que siempre, queremos cambiar y no lo logramos?

Mas allá de las programaciones mentales construidas por esos pensamientos, en el budismo diríamos: tal vez porque te faltan más pensamientos. Pero faltan otros pensamientos diferentes.

Dicho de modo fácil, ante la misma situación las redes neuronales que se activan son siempre las mismas, basadas en los pensamientos que hay a disposición.

En los momentos complicados, resulta muy difícil intentar usar pensamientos que no tenemos a disposición en nuestra mente.

Un detalle: los pensamientos no pueden manejarse, no pueden controlarse. Lo que sí podemos hacer es elegir cuales pensamientos queremos pensar.

En el budismo hablamos de «elegir cuál pensamiento pensar» es decir, al presentarse un pensamiento en nuestra mente, decidir si lo pensamos o si buscamos otro. 

La tarea es entonces preparar una “huerta de pensamientos”. Así como para bajar de peso hace falta ocuparse de la dieta. Entónces para pensar diferente hacen falta otros pensamientos para que nuestra cabecita pueda activar cosas diferentes.

La huerta mental

Los pensamientos se siembran pensando conscientemente algo en respecto de nosotros mismos, o de una situación o persona.

Parece ser que lo más conveniente es sembrar «pensamientos positivos» en el sentido de productivos, convenientes, conciliadores, comprensivos, etc. 

Los momentos placenteros son el terreno fértil para sembrar nuevos pensamientos, y produce excelentes resultados, ya que es cuando menos fuerza hacemos.

Luego de un tiempo de hacer este ejercicio de sembrar pensamientos positivos, estos comenzarán a estar disponibles a la hora de tomar decisiones. Y lo más interesante es que te habrás ocupado de las causas (hacer la dieta), para que los pensamientos estén disponibles (bajar de peso)

Es decir tanto en el área personal como de las relaciones, ocuparse conscientemente de sembrar pensamientos es algo tan poderoso, que va a cambiarte la vida.

Por último recordemos que vemos el mundo de acuerdo a como lo pensamos, que todo radica en el cambio de percepción de las cosas.

en síntesis, entrenando la capacidad de cultivar tu huerta mental y de elegir pensamientos, tenés muchas chances de que tu mundo personal y de relaciones se vaya convirtiendo en algo más placentero cada vez.

Alejandro Juroczko

Desarrollo personal y profesional

Entrenador del pensamiento y emociones