Sueño infantil

Sueño infantil

El sueño se estructura en dos etapas una de construcción y otra de maduración.

En la etapa de construcción se arma la estructura del sueño que es dinámica y evoluciona.

Los primeros esquemas del sueño aparecen en la vida intrauterina, comienza a desarrollarse la fase de sueño activo REM alrededor del sexto mes de gestación.

Luego se van conformando 4 fases de sueño tranquilo y se terminar de completar al sexto mes de vida extrauterina, aunque su maduración se consigue alrededor de los 5-6 años de edad.

Etapas evolutivas del sueño de los 0 a 3 meses se considera que el sueño es ultradiano, es decir no diferencia el día de la noche. Es bifásico, compuesto por dos fases (Sueño activo o REM y sueño lento).

Desde los 4 a 7 meses aproximadamente evoluciona a circadiano, comienza a diferenciar el día de la noche.

El sueño es  polifásico, incorpora las cuatro fases del sueño.

Además es inestable debido a que hay mayores despertares por la incorporación de las nuevas fases.

Si bien esta conformadas las fases del sueño todavía falta su maduración.

De 8 meses a 2 años se considera al sueño como temido porque hay varios hitos madurativos que generan estrés, como la angustia del octavo mes o la erupción dentaria por ejemplo.

El/la niño/a se puede observar inquieto debido a los  terrores nocturnos, y como todavía no tienen capacidad de autorregulación para volver a conciliar el sueño de forma autónoma tienen varios microdespertares por la noche necesitando el cuerpo de su figura de apego.

Entre los 3 y los 6 años, el/la niño/a va adquiriendo paulatinamente la capacidad de volver a dormirse frente a los microdespertares.

Suelen no necesitar más las siestas.

Hacia el final de esta etapa el sueño infantil se asemeja al sueño del adulto.

Desde mi punto de vista uno de los motivos importantes para conocer acerca de la arquitectura del sueño en la infancia es para poder orientar a las familias sobre como poder acompañar a sus hijo/as.

Hablar sobre la importancia de las rutinas, de no dejarlos llorar, de la anticipación, de darles el tiempo que necesiten para descansar.

Comprender que lleva un proceso paulatino deja un poco más tranquilos a los padres.

Fiorella Natale

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