Cuando un niño no come

Uno de los motivos de consulta más frecuentes en la práctica diaria es “este niño no come nada”. Muchas veces los padres y/o cuidadores reciben respuestas de su entorno como “estas exagerando”, “ya va a comer”, “déjalo sin comer y vas a ver como come”. Cuando una mamá, un papa o un cuidador tiene esta preocupación deberá ser tomada muy en serio, porque si alguno de ellos dice que hay un problema, hay un problema, de hecho hay estudios que relacionan la preocupación de los padres acerca de la alimentación del niño y el crecimiento y desarrollo de los mismos. Hoy: Cuando un niño no come.

Muchas veces, cuando un niño se niega a comer, se generan situaciones en la familia en torno a esta situación que pueden ser muy disruptivas de la dinámica, y hacer de “la hora de comer” una verdadera tortura.

Comer no es solo un acto motor, es uno de los aprendizajes más complejos que realiza un niño durante su desarrollo. Implica una gran cantidad de funciones, motoras, reflejas y sensoriales (mirar, tocar, oler, gustar). Involucra también la correcta digestión (que se inicia con la masticación) y absorción de los nutrientes en el tracto digestivo.

Entonces cuando un niño no come se deben despejar todas las variables. ¿Es un problema de percepción de los padres y o cuidadores? ¿No quiere probar nuevos alimentos o a veces se anima? ¿Come algo de todos los grupos de alimentos o elije solo unos pocos? ¿le gusta comer o no le interesa? ¿tuvo alguna mala experiencia a la hora de comer? ¿Es un problema relacionado con el olor, el color, las texturas? ¿le cuesta masticar o tragar? ¿le genera dolor de panza, diarrea, malestar?

Ante este tipo de situaciones es fundamental un correcto enfoque en el niño y su familia. El estilo de alimentación y cultura alimentaria familiar es fundamental, así como también lo que sucede a la hora de comer, el ambiente, la presencia de distractores como por ejemplo las pantallas.

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Cuando un niño no come

Algunas pautas básicas a la hora de comer son:

  • Mantener un ambiente relajado y familiar! La hora de comer es un momento para disfrutar en familia
  • Ante una negativa del niño a comer, mantener una actitud neutra y agradable, no enojarse, no forzar, no amenazar con retirar actividades que el niño disfruta.
  • Servir alimentos apropiados para la edad y adaptados a las costumbres familiares. La familia es modelo y ejemplo de los hábitos alimentarios
  • Servir cantidades apropiadas para la edad
  • Los padres eligen el tipo de alimento, los horarios y el lugar de la alimentación
  • El niño elige cuanta cantidad de alimento ingerir
  • Ofrecer sistemáticamente nuevos alimentos de a poco. Muchas veces la negativa a comer o probar nuevos alimentos tiene que ver con una fase madurativa y se puede superar ofreciendo alimentos reiteradamente.
  • Alentar que el niño coma solo y tolerar que ensucie y se ensucie (es parte del aprendizaje y del desarrollo)
  • Evitar pantallas y distracciones durante la alimentación, recordemos que alimento es todo lo que entra por los sentidos! El uso de pantallas y distractores interfiere con las señales de hambre y saciedad y afecta el vínculo con los demás comensales.

Ante cualquier inquietud de los padres o cuidadores respecto a este tema, siempre es importante abordarla con el pediatra de cabecera o con el especialista. Es importante poder establecer de forma oportuna si estas dificultades que se presentan en torno a la comida pueden impactar en el correcto aporte de nutrientes para el correcto crecimiento y desarrollo del niño.

Jimena Lema

MN: 133657

Pediatra especialista en nutrición infantil

infancia.nutricion@gmail.com

1172140007

Fuente imagen: https://blog-es.kinedu.com/

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