El sueño del bebé

Es importante que conozcamos el desarrollo del sueño de los bebés, desde los primeros días hasta los primeros años, para poder entender sus requerimientos, necesidades y saber que son cuestiones propias del desarrollo y crecimiento de los niños. No son caprichos, no te están tomando el tiempo, no te lo hacen a propósito, aunque a veces así parezca.

Muchas veces las familias se cansan de dormir mal por tanto tiempo, creen que se despiertan mucho sus hijos por hambre, o porque no saben dormir; y no necesariamente es así. Los bebés ya saben dormir, lo aprenden desde que están en la panza. Y además, no siempre es por hambre… en consecuencia de estas creencias, hay familias que destetan, o al menos parcialmente, y deciden darle leche de fórmula para que el bebé “esté más lleno y duerma mejor”… destetan… lo sufren… y finalmente descubren que, de todas formas, sigue durmiendo “mal”, con los mismos despertares que antes.

Por eso debemos entenderlos y saber lo que es normal y esperado en cada etapa de nuestros hijos.

Hay un libro que siempre recomiendo acerca de este tema, que es Dormir sin lagrimas, de Rosa Jové. Es una española que explica súper claro el tema del sueño y su relación estrecha con la lactancia materna. Quiero hacerles un resumen de los puntos más importantes de cada etapa.

Ella cuenta que dormir es un proceso evolutivo que se va adaptando a las necesidades del ser humano: un recién nacido no duerme igual que un niño, ni un niño igual que un adulto, ni un adulto igual que un anciano, porque cada edad reclama necesidades diferentes. Un recién nacido comienza con 2 fases de sueño, llegando a las 5 fases de un adulto alrededor de los 6 años recién.

Hay una etapa de construcción del sueño (de los 0 a 7 meses) donde justamente pasan de 2 a 5 fases. Pero una etapa de maduración de los 8 meses a 6 años donde las fases van madurando pareciéndose mas a las de un adulto: se reduce el número de horas de sueño y se van eliminando los despertares nocturnos.

Recién nacido (de 0 a 3 meses)

Las necesidades que acompañan al sueño, suelen ser:

  • Comer frecuentemente para evitar hipoglucemias y, además, por supuesto, crecer ! Piensen que el primer año de vida crecen a un ritmo como el que nunca más en su vida lo harán. Por eso también se habla de dar el pecho a libre demanda, para satisfacer las necesidades siempre que el niño busque, pida.
  • Mantener la alerta de un cuidador. Es un instinto de supervivencia de la especie: buscar la forma que estén atentos a nuestras necesidades, porque a esas alturas, no podemos saciarlas solos. Los bebés necesitan que estemos atentos a ellos.
  • Desarrollar la mente. El sueño del bebé es en mayor parte, fase REM (es un sueño activo, donde el cuerpo descansa pero el cerebro trabaja, ensaya situaciones y/o asimila las que vivió durante el día; se instalan nuevos aprendizajes y se superan situaciones angustiosas), además es superficial, entonces está atento a estímulos, y logrando afianzar lo que aprendieron en las horas de vigilia. Piensen que en esta etapa duermen la mayor parte del día, entre 14 horas los mas despiertos, y 20 los mas dormilones, con lo cual hace bien a su cerebro para que trabaje tanto!
  • Madurar. Tiene mucho que ver con la atención del cuidador que mencionábamos antes: somos una especie que, cuando nacemos, necesita de otro para sobrevivir. Nacemos inmaduros, necesitamos madurar. Nacemos apenas sabiendo respirar y tragar, pero sin hablar, y sin caminar, como por ejemplo lo hacen otras especies de mamíferos.
  • Ejercitar la succión. Un bebé necesita succionar varias horas al día, succionar el pecho alimentándose, o no necesariamente, o con un chupete, o un dedo. Es uno de los medios que tienen para expresarse, para calmar la ansiedad, la angustia, el estrés diario. Amamantar es por esto tan importante también, aún permitiendo las succiones afectivas/no nutritivas.

Bebé de 4 a 7 meses

Qué es entonces lo que necesita un bebé de esta edad, que justifique su sueño:

  • Adquirir el ritmo circadiano. Esto es empezar a dormir más de noche, que de día. Necesitan ir amoldándose a ese ritmo. Hasta ahora dormían indistintamente día o noche.
  • Adquirir las fases del sueño adulto. Empiezan lentamente a incorporar fases más profundas de sueño, con el objetivo de alcanzar las mismas etapas que un adulto. En esta etapa tienen muchos despertares también, porque están acostumbrándose a los traspasos entre fase y fase. Muchos padres creen que han hecho un retroceso en cuanto al sueño, pero no es así. Por el contrario, estan avanzando.
  • Alerta selectiva. Ya no necesita la misma atención constante, ahora podrá hacerlo cuando se sienta solo, o extrañe a su madre o cuidador, o cuando se sienta amenazado entre extraños.
  • Introducción de la alimentación complementaria (AC). Según lo que recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud) debería ser a partir de los 6 meses.

Niño de 8 meses a 2 años

Desde los 8 meses hasta los 6 años, los niños desarrollan las etapas del sueño hasta parecerse a la de los adultos: sin siestas normalmente, y con períodos de sueño por la noche, sin despertares, por 8-9 horas.

Pero iremos ahora a las necesidades de los niños de entre 8 meses y 2 años para entender sus necesidades que justificaran sus tipos de sueños:

  • Introducción a la AC
  • Superar el periodo de angustia de separación. En esta etapa comienzan a darse cuenta que cuando llega la hora de dormir, se separa de sus padres (o podría hacerlo) y entonces no quiere llegar a ese momento. Lo retrasa. Por eso suelen quedarse dormidos frente a la tele, o jugando, llegando a estar lo máximo que puedan despiertos. Se puede influir en esto, con nuevas satisfacciones para el niño como la presencia de los adultos para dormir o el acunamiento. Rosa Jové explica bastante mas extensamente que cuando los niños en esta etapa ganan confianza, y entienden que, aunque duerman, siempre tendrán a sus padres, ya no hará falta más falta la presencia y el acunamiento. No es algo de lo que se vaya a “mal”-acostumbrar y que “no se le pueda sacar”.
  • Relacionarse con el entorno: empiezan a caminar. El caminar, la alimentación complementaria, el dejar los pañales, son procesos que los niños pueden vivir con ansiedad. Y estos aprendizajes, si bien se asimilan en fases REM, pueden provocar pesadillas y otros trastornos del sueño que provocan despertares. Y éstos también siguen siendo habituales en estas etapas.
  • Irrupción dentaria
  • Reglamentación esfinteriana. Impacta en el sueño como comentamos anteriormente junto con la AC y la deambulación.

Niño de 3 a 6 años

A partir de los 3 años se produce una disminución importante de los despertares nocturnos, que suelen desaparecer a los 5 años.

Los 5-6 años parecería ser la edad en la que la mayoría de los niños solucionan por sí solos sus problemas con el sueño.

Es una etapa de mucho aprendizaje, comienzan la vida escolar, afianzan el lenguaje, la relación con ellos es otra, y el saber comunicarse mejor con los adultos evita berrinches que generaban ansiedad años atrás. Cosas que también impactaban en el tipo de sueño que tendrían.

Ya ven entonces que es habitual, y hasta saludable en muchos casos, que los bebés y niños se despierten, que no duerman toda la noche de corrido, que pidan comer o solo estar acompañados… y eso debemos hacer como adultos… acompañarlos.

Belén Cabrera

Asesora en lactancia

Orientación a empresas para acompañar a mujeres madres con sus lactancias o su reinserción laboral

@maternidadcorporativa

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