Hay muchas formas de definirlas, pero a nosotras nos gusta pensarlas, como un conjunto de conductas y pautas de funcionamiento que nos posibilitan las relaciones sociales.
Existen diferentes tipos de habilidades sociales:
■Básicas
■Avanzadas
■Emocionales
■De negociación
■Organizativas
Por qué es tan importante desarrollar habilidades sociales desde la niñez
Porque proporcionan bienestar y calidad de vida, una autoestima sana, la posibilidad de expresarse desde un lugar de respeto, pedir de forma adecuada lo que se necesita y una adecuada gestión de emociones.
Por lo general, las personas con un mal manejo de habilidades sociales, son más propensas a experimentar estrés, malestar y emociones negativas (ira, frustración, sensación de rechazo) como así también pueden padecer de ansiedad.
Dentro de las habilidades sociales más importantes, se destacan:
Empatía: es la posibilidad de comprender que siente el otro, desde un lugar en común como es el de ser humanos.
Asertividad: es la capacidad de expresar y pedir lo que necesito de manera respetuosa.
Respeto: se refiere a la capacidad de tolerar las diferencias con los demás (¡qué importante trabajo hay para hacer aquí, como sociedad!).
Escucha activa: prestar atención a lo que el otro dice de tal manera, que se sienta realmente escuchado.
Flexibilidad: la consideramos una de las más valiosas, permite sortear obstáculos en la vida, pudiendo generar alternativas de manera creativa y adaptativa.
Comprensión: capacidad para entender situaciones personales y sociales y responder de manera asertiva.
Autocontrol: capacidad para comprender e interpretar sentimientos propios y responder controlando impulsos.
¿Cómo podemos mejorar las habilidades sociales en los niños?
Una de las formas es enseñarles a que confíen en sí mismos, que puedan desarrollar mayor asertividad, y para esto, acompañarlos en la construcción de su autoestima; a fin de que puedan expresar sus emociones de manera firme y segura.
Otra posibilidad sería brindarles herramientas de autocontrol emocional, donde puedan identificar cuando se están desregulando y apelar a dicha técnica a fin de calmarse. Así podrán inhibir impulsos y elegir las reacciones más convenientes, por medio de un proceso de reflexión y toma de conciencia acompañados de los adultos referentes.
También podemos fomentar la participación de nuestros niños en actividades deportivas/artísticas/recreativas de su interés, donde puedan interactuar y poner en práctica estas herramientas sociales.
Los cumpleaños, ir a jugar a la casa de un amigo, ir a la plaza, son situaciones que les permiten a los niños llevar a la práctica estos recursos. Actualmente, aunque estemos limitados en este contexto de pandemia, hay que fomentar la continuidad de los vínculos sociales a través de distintas alternativas, por ejemplo, videollamadas por zoom o whatsapp, juegos en red (bajo supervisión adulta).
Es fundamental para la incorporación de las habilidades sociales, el papel de los mapadres como educadores. Como la mayoría de los aprendizajes, nuestros niños los incorporan a través de la experiencia, de la observación y del aprendizaje verbal.
Por eso creemos necesario, acompañar y habilitar el espacio para que los niños puedan construir estas habilidades sociales, estando disponibles para ellos, de manera respetuosa y sincera. Nuestro rol como mapadres requiere de mucha paciencia, una asimetría necesaria y estructurante, que les permita a nuestros hijos sentirse apoyados, contenidos y seguros, donde el amor incondicional sea el eje hacia la construcción de su subjetividad.
Luciana Cofré
Lic. en Psicología
lucianacofre.lc@gmail.com
@lic.luciana.cofre
Viviana A. Pardo
Lic. en Psicopedagogía
vivianaandreap@yahoo.com.ar
@licviviana_pardo
Fuente Imagen: La mente es maravillosa
Un comentario sobre «Acompañando la construcción de las habilidades sociales»