Nadie te dijo…

Nadie te dijo que las noches serian eternas, que mas de una vez no podrías calmarlo con nada.

Que su llanto al principio no lograrías entenderlo, y vas probando alternativas y te desesperas mas de una vez por no lograr carlmarlo.

Que dar la teta es una sensación hermosa, pero que muchas veces cansa, agota, tenes ganas de bajarte del tren, y aun así seguís, porque no te imaginas sin esa conexión, porque no queres perderte un minuto de esa mágica sensación, imposible describir con palabras.

Nadie te dijo, que el puerperio duele muchos días, quema a veces, que sin otras mamas, se hace mas difícil el viaje.

Que pasar de ser dos, a ser tres, de ser pareja a ser familia, no es nada sencillo, todo lo contrario.

Que muchas veces quienes nos acompañan, también nos cuestionan, y les cuesta entendernos, que las opiniones “no pedidas” de afuera, nos inundan, y aun asi seguimos, intentando no dar tantas explicaciones, a quienes no lo merecen.

Que el cuerpo no se acomoda tan rápido, como imaginaste, que verte en el espejo puede costar al principio.

Nadie te dijo, que los brazos no te alcanzan, que el sueño y cansancio te pone de mal humor, y te vence, que no existen manuales, ni tips, de como hacer mejor las cosas.

Que las rutinas son necesarias, pero cuesta armarlas.

Que extrañas mas de una vez tu vida anterior, tu tiempo libre, tu descanso, tus horas vacías, tus placeres cotidianos.

Nadie te dijo, como seria la maternidad, lo que seguro viste, escuchaste, leíste, o imaginaste, no se acerca ni un poco a lo que de verdad te toca vivenciar.

Pensabas que no le darías una mamadera, y tuviste que hacerlo, y lidiar después con la culpa.

Que no ibas a darle chupete, y fue tu aliado inmensas veces.

Que jamas podrías alejarte de su lado, y mas de una vez necesitabas tomar aire, para volver a empezar.

Que pensabas que no usarías el microondas, que podrías preparle todo sano y en el momento, y te encontraste que ademas de mama, sos humana, y que caíste en lo “posible”

Nadie te dijo, que la maternidad no es color de rosa, todo lo contrario, que nada podes controlar, que todo es impredecible, que ellos son los que deciden que es mejor, que es lo que necesitan, que aunque no hablen, se comunican desde la panza, que el amor que da un hijo, es único, incondicional, el mas grande que se puede vivir.

Por maternidades “no ideales”, sino reales, posibles, elegidas, con errores, con dudas, con miedos, con desconfianza, con amor.

Clr. Valeria Bronstain

Consultora Psicológica

Maternidad, embarazo, puerperio

Grupos de apoyo

valeria8126@gmail.com

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