Con ustedes…. La teta! La gran culpable de todo

Con ustedes…. La teta! La gran culpable de todo

¿Todavía toma teta? 

¡Ya está grande para la teta! 

A esa edad ya es un mimo…

La usa de chupete…

Siempre quise ser madre y amamantar. Vaya uno a saber por qué… pero desde que tengo uso de razón, ambos deseos forman parte de mi proyecto de vida.

Ninguna de las dos cosas me fueron fáciles. Al contrario, tuve que transitar caminos largos y complejos para poder concretar esos “sueños” que finalmente, en plena pandemia, se fueron haciendo realidad.  

Nadie me advirtió que dar la teta iba a ser difícil. De los medios de comunicación no lo esperaba… pero quizás sí de los profesionales de salud o de familias que hayan transitado ese camino. 

Tal vez por eso decidí formarme como Consejera en Lactancia Materna, apostando a acompañar familias en sus deseos de amamantar, siempre del lado de la honestidad.

Me enoja mucho cuando escucho alguna de las frases que escribí al principio de este artículo. Sobre todo porque no tienen ningún sustento científico y pareciera que cualquier persona se siente habilitada no sólo para afirmar cuestiones respecto a la lactancia, sino también para opinar respecto de lactancias ajenas.

A medida que los niños crecen, van surgiendo esos comentarios. Y a veces pareciera que la teta es la culpable de todo lo “malo”: de que los niños/as no hablen.. de que no sean autónomos.. de que estén más “pegotes”… y la lista sigue!

La OMS afirma: “Como recomendación de salud pública mundial, durante los seis primeros meses de vida los lactantes deberían ser alimentados exclusivamente con leche materna para lograr un crecimiento, un desarrollo y una salud óptimos. A partir de ese momento, a fin de satisfacer sus requisitos nutricionales en evolución, los lactantes deberían recibir alimentos complementarios adecuados e inocuos desde el punto de vista nutricional, sin abandonar la lactancia natural hasta los dos años de edad, o más tarde.

Podemos ubicar un inicio recomendado de la lactancia materna: durante la primera hora de vida. Lo que no podemos ubicar es indicación científica que sugiera hasta cuándo debe sostenerse. 

Esto significa que el “destete” queda a criterio de cada familia, de cada díada mamá/bebé.

¿Por qué entonces la teta es la culpable de todo? ¿Será que no es negocio amamantar? ¿Será que es un acto de rebeldía enmascarado donde los pechos se ponen al servicio de una persona distinta al hombre? ¿Por qué incomoda?

Me parece contradictorio ver tantas publicidades con mujeres prácticamente desnudas y que sin embargo a veces pidan a las madres que “se tapen” cuando amamantan en público. 

La leche humana, a diferencia de la leche de fórmula, tiene componentes bioactivos como proteínas y hormonas que ofrecen funciones de protección y desarrollo. En ella también encontramos agua, lípidos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. La teta alimenta, siempre! La leche humana cambia su composición a medida que el bebé crece e incluso dentro de la misma toma. También se adapta a sus necesidades! Por ejemplo cuando está enfermo, las madres aumentan su concentración de ciertos inmunofactores. ¿Cómo? Al succionar, el fluido de leche y saliva hace un “camino inverso”: la saliva ingresa al pecho, aportando información respecto a qué cambio se necesita en la leche. Esto es maravilloso! 

  • Entónces…

No responsabilicemos a la teta de cuestiones que la exceden, por ejemplo que un niño no hable, no sea independiente, que sea tímido o tenga un desarrollo particular, diferente a la “media” o a lo esperable para su edad cronológica. No existe ninguna relación directamente proporcional entre sostener la lactancia más allá de los 2 años y el surgimiento de dificultades en el desarrollo infantil. Éste es un conjunto de la interacción de diversas variables complejas, imposibles de reducir a una sola cuestión. 

Dar la teta tiene algo (bastante) de “mágico” pero no seamos ilusos…no tiene tanto poder como para que ser culpable de todo lo que (no) ocurre en el desarrollo de los niños.   

Virginia Ruiz

Lic. en Psicopedagogía, Especialista en Intervención y Estimulación Temprana

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Dejanso tu consulta