Conexión personal: una aventura sin retorno

Hoy: Conexión personal: una aventura sin retorno

Viajar hacia afuera es hermoso. Elegís un lugar, decidís que visitar en él. Descubrís culturas distintas. Te enamoras de los paisajes. Estas un tiempo y volvés a tu sitio. Titulamos a esta nota: Conexión personal: una aventura sin retorno

Sin embargo, el mejor viaje que se puede hacer es hacia adentro de uno mismo. Una vez que empezás a andar, el camino se va abriendo con cada paso.

Me gusta visualizar este recorrido en forma de espiral: se comienza en algún hecho, alguna pregunta o una incomodidad y se asciende o desciende desde allí. Con cada movimiento circular se va dejando atrás una zona de confort. Estas zonas que, cuando se abandonan y se miran desde otra perspectiva, se entiende que de confort no tenían nada. Esos sitios que parecen seguros, convenientes, donde se funciona en automático, de memoria y en verdad estancan, frenando las posibilidades de aprender para seguir creciendo.

Defino este proceso como de conexión o re conexión desde un posicionamiento más cercano a las neurociencias. Donde se van armando nuevas redes neuronales a medida que se elaboran otros comportamientos. Como así se modifican conductas, se cambian hábitos, teorías implícitas, sistemas de creencias o mandatos.

Si bien en el trayecto, a veces es necesario sanar heridas, no es el fin de esta travesía. Porque no estamos enfermos ni somos víctimas. En esta aventura tenemos el rol protagónico que nos permite reconectar, escucharnos, hablarnos, comprendernos, ser autocompasivos.

Conexión personal: una aventura sin retorno

El sendero que va hacia adentro no es plano ni lineal. Es sinuoso, sube y baja, retrocede y avanza. Al igual que el horizonte, aquí no hay fin. Podemos explorarnos, descubrirnos y modificarnos porque somos procesos, no productos.

Como pasa con cualquier vínculo, a veces tenemos nuestras diferencias, nos enojamos con nosotros. Es importante entender que equivocarnos no tiene porqué ser trágico, que es aprendizaje. Que es parte del crecimiento, aunque a veces duela. No podemos escaparnos de nosotros mismos, por eso es conveniente mejorar la relación a partir del autocuidado y del amor que nos tenemos. Aceptarnos con luces y sombras.

Te dejo una pequeñísima práctica de regalo: Cuando algo tuyo o ajeno te malhumora, recordá un detalle, una pizca de alguna cosa que te guste de vos, parate frente a un espejo con esa imagen en la memoria y date un segundo para sonreír.

Siempre podemos encontrar maneras para tener una vida más plena, estar en conexión con vos es una de esas.

Lic. Laura Arguiz

Mindfulness – Gestión Emocional

Lic. en Psicopedagogía

Lic. y Prof. en Educación

Fuente imagen: https://nupcias.mx/actualidad

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *