Sobre el Autocuidado del estrés

Hablemos sobre el Autocuidado del estrés

Si bien parece fácil de comprender que la idea de auto-cuidarse, refiere al cuidado de uno mismo, la incógnita es ¿Cuántos adultos saben cómo cuidarse?. Titulamos a esta nota: Sobre el Autocuidado del estrés.

¿Cuánto nos cuidamos?

El autocuidado tiene que ver con todos los aspectos que nos conforman. Es decir considerar lo físico, mental, social y emocional por nombrar algunos de los principales.

Si de estrés hablamos suele nombrarse como algo negativo. Pero, me voy a poner en su defensa, es en realidad parte central para enfrentar situaciones como un examen, reaccionar ante un auto que no frena, etc. El estrés es básicamente útil y bueno para alertarnos, defendernos, estar con mayor atención, etc.

Este tipo de estrés llamado “bueno” su nombre real es Eustres. Es el que nos brinda las condiciones para enfrentar los desafíos diarios y no tanto. No implica mayor riesgo para el organismo, la mente, las emociones, ni los vínculos.

El estrés “malo” es aquel que viene ocupando entre el 70 y 80 % de las consultas médicas.

Su nombre real es Distres es aquel que tanto su intensidad como durabilidad se sostienen, acarreando alteraciones de todo tipo. Se suele conocer como estrés crónico.

¿Qué es el estrés entonces?

Es una situación que tanto las demandas externas (sociales) como internas (psicológicas) superan nuestra capacidad de respuesta.  Provocando así una sensación de alarma en nosotros. Activando el sistema nervioso, cardiovascular, endocrino, inmunológico desequilibrio psicofísico y por tanto la aparición de enfermedad.

Pero el estrés crónico no aparece de golpe, nos va mostrando sus señales con diferentes alarmas, orgánica ej: contracturas, dolores corporales, insomnio, alteración en presión arterial, trastornos digestivos, etc.

Alarma cognitiva: Disminución de atención y memoria, enlentecimiento en funciones psíquicas superiores, bloqueos en el rendimiento, etc.

Alarma emocional: Trastorno de ansiedad, mayor angustia, irritabilidad, insatisfacción fatiga, desasosiego, etc.

Conductuales: Aislamiento, pierdo las ganas de compartir con familia o amigos. O tiendo a aislarme, mayor uso o abuso de sustancias (comida, alcohol,etc) mayor impulsividad entre otros.

Estas situaciones que nos acarrea la vida diaria precisan de nuestra autopercepción para ir viendo como cuando manejas un auto, si acelerar, frenar o disminuir la velocidad. Para eso no solo se precisa saber manejar (conocerse) sino dedicar tiempo.

¿Entonces… Cuánto tiempo te dedicas a vos?

Tenemos todas las señales internas que nos dicen STOP, entonces ¿Por qué no paramos!? Cuanto nos cuesta escucharnos de verdad!

Te propongo que pongas dentro de tu rutina 15 minutos para vos: ADVERTENCIA costará al comienzo como todo nuevo hábito.

Hace alguna actividad de esas en la que perdés noción del tiempo. Por ejemplo: cociná, bailá, camina, medita, escribí, hace ejercicios respiratorios, etc. Que sean esos minutos para vos.

Habrá días buenos, medios y malísimos. Y esos minutos serán tú bálsamo. Son para que desconectes o mejor conectes más saludablemente con vos! y te guíen en la respuesta más adecuada a lo que te sucede sin tanto pensamiento rumiante.

Vale la pena probar, más aún mantenerse saludable! como decía Hipócrates:

“La mejor medicina de todas es enseñarle a la gente cómo no necesitarla”

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Lic. en Psicología Mercedes Porfilio

M.N: 64925

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2 comentarios sobre «Sobre el Autocuidado del estrés»

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