¿Qué hace un Coach?

¿Cuántas veces escuchamos hablar de COACHING hoy en día?

Es una de las nuevas palabras que más se escuchan. Coaching, coach, coachear.

Se escucha mucho en las empresas, y también en la tele, en los medios, en el mundo del entretenimiento. Coach de baile, coach de cocina, coaching ejecutivo, con caballos, empresarial, personal, espiritual…infinidad de variantes para esta palabra que es parte de nuestro vocabulario cotidiano y de la que sabemos poco.

Un coach es un profesional. Es alguien que estudió, se formó, se capacitó y lo sigue haciendo porque esta profesión no termina nunca.

El coaching se convierte en una forma de vida.

Sí, sí, todo muy lindo. Pero yo quiero saber ¿para qué sirve? ¿para qué me sirve a mí? ¿Qué beneficio puede darme? ¿Para qué voy a hablar con un coach? Buenas preguntas, que espero poder responder de manera satisfactoria, para que podamos disfrutar de las muchas formas en las que el coaching nos acompaña.

La respuesta más sencilla que te puedo dar es que un coach escucha.

Es uno de los beneficios más importantes que hoy puede brindar el coaching a tu vida.

Porque, seamos sinceros, no nos escuchamos. No sabemos escuchar y no somos escuchados.

Las conversaciones que tenemos cotidianamente están plagadas de opiniones, quejas, advertencias, consejos, juicios, palabras, palabras, palabras que sirven de descarga, palabras que decimos y que no escuchamos ni escuchan quienes conversan con nosotros. Voces, sonidos, ruidos.

Y poco de comunicación, de intercambio, de verdadera conexión. De profunda conexión con el otro y con nosotros mismos.

El valor de la escucha de un coach está en que se entrenó para escuchar.

Es una escucha generosa que parte desde la posibilidad; donde el compromiso está puesto totalmente en escuchar al otro sin juzgar, sin decirle lo que tiene que hacer, sin opinar.

¿Cuántas veces tuviste la oportunidad de una conversación con estas características?

Otra cosa que hace un coach es preguntar.

Otra vez te preguntarás ¿Eso es todo? Eso es todo, y es un montón.

Preguntar nos abre posibilidades, allí donde pensamos que no había nada que hacer.

Guía nuestro pensamiento hacia nuevas opciones, hacia lugares que no habíamos tenido en cuenta antes.

Abre la visión del asunto que nos ocupa, nos hace escucharnos decir cosas impensadas, nos muestra panoramas nuevos.

El coach, al preguntarnos, descubre el mundo que está dentro nuestro y que no podemos ver con claridad, como si nos ayudara a iluminar rincones oscuros, como si escucháramos sonidos nuevos dentro nuestro.

¿Cómo es posible que suceda esto?

Una conversación con un coach nos ayuda a ordenar las ideas que tenemos en nuestra cabeza, le da voz a nuestro diálogo interno, nos hace ponerle palabras a eso que ni sabemos que sabemos y a veces ni nos animamos a nombrar.

¿Cuándo una conversación de coaching nos puede resultar útil? Hay infinidad de ocasiones en que conversar con un coach nos puede ayudar. Voy a nombrar solo algunas, que suelen ser las más usuales:

  • Porque tienes ganas de conversar, porque esta pandemia ya te tiene cansado, cansada, y ya no sabes cómo seguir.
  • Para tomar decisiones, sean personales o laborales. Esas decisiones que hace tiempo están dando vueltas en tu cabeza y por diversas razones no te animas a tomar.
  • Para superar situaciones de temor o miedo. Lo que no hacés porque temés a las consecuencias, o no sabés cómo, ni por dónde, empezar a actuar.
  • Para mejorar tus vínculos. En el trabajo, en tu círculo personal de amigos o familiares, porque sentís que podrían ser más satisfactorios y no encontrás el modo de lograrlo.
  • Para la comunicación. Cuando te parece que no te entienden, que vos no entendes a los demás, que hay barreras que no te permiten expresarte como quisieras.
  • Cuando sentís que llegó la hora de un cambio pero no sabes por donde comenzar
  • Porque querés comenzar un proceso de desarrollo personal y de autoconocimiento.
  • Tenés deseos, proyectos, objetivos, que pueden ser laborales o personales, y no sabés cómo hacer para concretarlos. O sabés que hay algo que querés pero no encontras las palabras para denominarlo.

Y en un sinfín de situaciones cotidianas, cuando creemos que ya hicimos todo lo posible y que “ya no sé qué más hacer”. O cuando nos parece que ya no hay ningún lugar adonde ir ni nuevas posibilidades para actuar.

En una palabra, el coach puede acompañarte para que logres sentir bienestar, para sentirte en armonía, en coherencia, alineado entre lo que pensás, lo que sentís y lo que haces.

Después de hablar con un o con una coach, vas a sentir una sensación que te hará decir: “¡QUE BUENO PODER HABLAR ABIERTAMENTE!”.

Porque alguien te escuchó con respeto, te preguntó en profundidad y pudiste encontrar tus fortalezas, tus respuestas, nuevas acciones posibles.

Te vas a sentir poderoso y poderosa, vas a sentir que es posible cambiar de rumbo, vas a reconocer tus valores y así amigarte con esa parte tuya que te estaba generando problemas y ahora es tu aliada.

Te animo a que pruebes el camino del coaching. Es mucho más que una palabra de moda, es una forma de estar en el mundo que nos brinda bienestar y armonía.

Daniela Chiara

Docente

Coach Ontológica

Master en PNL

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *