Niños rotos

Hoy: Niños rotos

– Yo en mi casa grito un montón- confesó Manu, el chico más callado del aula, mientras me mostraba su “pop it”, esos coloridos juguetes que están de moda y que, según él, “sirven para el stress”. Manu siempre estaba solo y sentado en un rincón. Quise indagar el porqué de estos comentarios en un niño de apenas 9 años. Titulamos a esta nota: Niños rotos

¿Querés decir que vos te estresas? ¿Por qué gritas en casa?

Y así, de manera inesperada, me contó que en el colegio anterior los compañeros lo insultaban y le pegaban. Por eso se había cambiado de escuela.
– “Me decían cosas terribles, por eso grito en mi casa, del enojo por lo que me pasó en el colegio”-expresó con la mirada fija en la nada.

Ahí fui entendiendo sus dificultades para socializar, su aislamiento “voluntario”.
¡Cómo iba a confiar en otros nenes después de lo que había vivido!” 

Y sí, el Bullying hace estragos y a este niño probablemente le quede una huella difícil de borrar. Por eso es tan importante cuidar las infancias.

Hay una frase que dice: “Es más fácil construir a un niño fuerte que reparar a un adulto roto”.

Las escuelas se han convertido, en los últimos tiempos, en el lugar propicio para uno de los peores flagelos: el acoso escolar. 
Pocas veces nuestro sistema educativo logra construir "niños/as fuertes" y el porqué es sencillo: porque quienes se encargan de educar, muchas veces son “adultos rotos”. Son personas que han tenido trayectorias escolares fallidas, acosos escolares o familiares o viven hoy una vida insatisfactoria. Hacen lo que pueden como pueden.

Entre ellos, están los padres y madres, que quieren evitar que sus hijos vivan lo que ellos vivieron, pero no pueden. No pueden “salvarlos” del acoso y cuando se enteran ya es tarde. Para formar niños fuertes hay que sanar las heridas del pasado y no es fácil.

Es por todo esto que se hace necesario reemplazar la cultura de la violencia por una cultura de la paz, basada en la Educación socio- emocional.

“Todos hablan de la paz, pero nadie educa para la paz”, decía María Montessori, pedagoga italiana famosa por su método educativo humanista.

Niños rotos

Que nos enseñen desde chicos a lidiar con nuestros estados emocionales sirve para muchas cosas, entre ellas, para saber prevenir y resolver conflictos y para desarrollar la empatía evitando herir a otros.

Educar las emociones es algo que no figura en las currículas, al menos de manera transversal. Puede ser que alguna materia enseñe algunas estrategias o que algunos colegios impartan teoría en materias aisladas.
Sin embargo, siempre hay algún o algun/a docente que deja huella en sus estudiantes al enseñarles con paciencia lo más útil y valioso para la vida: a gestionar, comprender y regular sus emociones.
Así, me puedo olvidar de cuándo nació San Martín, pero voy a saber escuchar al otro, respetarlo, tener un autoestima elevado y tantas otras habilidades que el sistema educativo actual no considera como esenciales.

Virginia da Ressurreicao

Psicopedagoga / Acompañante Terapéutico

11-51157312

Fuente imagen: https://revistavive.com/

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