“La idealización como obstáculo”.

La idealización hace referencia a cuando “engrandecemos” a otra persona, a una cosa, o a una situación. “Engrandecemos” en el sentido de que la vemos más de lo que en realidad es, romantizando y poniéndole así esa parte de nosotros a todo aquello que idealizamos. Hoy: “La idealización como obstáculo”.

En parte idealizar nos genera sensaciones únicas, fantasiosas, y, generalmente, es el motor de mucho de lo que realizamos.

Pero, como todo, debe tener un límite ya que si nos pasamos de éste se puede volver un problema ya que terminamos no viendo la realidad tal cual es.

Cuántas situaciones, cosas o personas idealizamos, y no las vemos como son efectivamente en la realidad.

En muchas ocasiones esa idealización se debe a que pretendemos llegar a una vida que en realidad no existe. Buscamos la persona perfecta, la vida perfecta, el amor perfecto, el no estar mal nunca.

Consecuentemente, cuando pasamos por ciertas situaciones, o nos acompañamos de personas que no nos satisfacen completamente, pensamos “podríamos estar con alguien mucho mejor”, “podríamos estar pasando por una situación diferente”. Puede ser que sí, pero también puede que no. Existe la probabilidad de que la otra persona, situación, o cosa, simplemente no llegue a ese ideal inexistente que buscamos.

La idealización extrema nos dirige a ponerle al resto cosas que nosotros mismos desearíamos que fueran, y no son. Y, en el momento que notamos que no actúan como nosotros pensábamos y queríamos nos frustramos, no entendemos “qué le pasa al otro”. Cuando, en realidad, al otro no le pasa nada sino a nosotros que idealizamos.

Esa es la consecuencia negativa que trae el idealizar extremadamente, una futura decepción y frustración. 

"La idealización como obstáculo".

En este sentido, la clave está en entender que la otra persona no tiene por qué actuar como nosotros queremos. Cada uno tiene la libertad de elegir cómo comportarse y ¿Qué más lindo? Así nos damos cuenta si podemos establecer relación o no. 

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¿Por qué la necesidad de que el otro sea de tal forma? Siempre podemos desear cosas de otras personas pero dejando que actúe con plena libertad y ella elija si cumplir con nuestras expectativas o no. No obligar a que sea de cierta forma.

Valoremos cuando una persona se nos muestra tal y cual es, porque no tiene intención de vendernos otra cosa. Y, si no coincidimos en varios aspectos, recordemos que tenemos la libertad de decidir si seguir teniendo vínculo o no. 

Se trata de asumir que nada ni nadie es perfecto ni ideal, pero a su vez no conformarnos con poco soportando todo.

En ocasiones, idealizamos para sentir una satisfacción de haber encontrado lo que nos hace bien. Para llenar un vacío. Es como forzar constantemente. Buscar que el otro sea como yo quiero. Buscar que las situaciones se den como yo quiera. Al final, ¡cuánto egoísmo!

Es clave intentar identificar lo que nosotros ponemos en los demás en extremo. Si tenemos muchas decepciones ante actitudes de otras personas, darnos cuenta que en realidad nos enoja y entristece que no sea como nosotros deseamos que sea.

Para finalizar, intentemos con el tiempo ver a las personas tal cual son con sus hechos y no sólo con sus palabras ni con nuestros pensamientos. De no justificar lo injustificable, sino de aceptar que simplemente no era/n como nosotros deseábamos.  Busquemos vivir con menos expectativas y más realidad.

Milagros Fanuele

Licenciada en Psicología

fanuelemilagros@gmail.com

Fuente imagen: https://melmnrz.com/

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