La construcción del lenguaje

“Qué se dice, cómo se dice, cuándo se dice, a quién se dice, trasunta emociones, afectividad, una posición valorativa, creencias, puntos de vista, una concepción simbólica del mundo. La intencionalidad que subyace en lo que deseo, siento y pienso al hablarle a otro, a mi interlocutor eventual, circula en mi discurso”. (Sobol, 2009)

Desde antes de nacer somos nombrados, deseados, hablados. El lenguaje nos atraviesa, nos subjetiva.

Los bebés son capaces de comprender el lenguaje antes de poder producirlo.

Para que un niño pueda comenzar a hablar, es necesario que tenga el deseo de hacerlo, y para que este se instale en ese niño, debería ser convocado por otro. Un otro que invite al mundo simbólico del lenguaje.

El niño se va apropiando del lenguaje, no sólo por las palabras que escucha, sino también por todo ese conjunto de gestualidades que envuelven al lenguaje. Las miradas, la sonrisa, la voz, las caricias, los abrazos… le invitan al mundo de las palabras. Esas voces dulces, suaves y cantadas, dichas por las personas más significativas para ese niño, le resuenan, lo invitan al dialogo. Ese mundo mágico y en movimiento, conformado por un hablante y un escuchante, donde los lugares son fijos pero los roles se invierten.

El lenguaje se construye para, por y con otro. Porque es la puerta que se abre para constituirnos como sujetos.

Hablar no solo es transmitir palabras. El lenguaje no es sólo un conjunto de signos y símbolos. El lenguaje es generador de sentido, de significado. A través de él se transmite algo a otro.

También es habilitante, posibilitador de expresiones, de pensamientos, de acciones. Permite transformarnos. Nos posiciona como sujetos pensantes.

Un niño será capaz de hablar, no sólo cuando su aparato neuro fonoarticulador se encuentre evolutivamente listo, sino cuando sea mirado y convocado por el deseo de ese otro, acompañado por un ambiente facilitador, amoroso y respetuoso.

Cada niño va a poder comunicarse con un otro porque se encuentra filiado en una cadena simbólica que le constituye y le permite constituirse.

Luciana Cofré

Lic. en Psicología

Mail: lucianacofre.lc@gmail.com

@lic.luciana.cofre

Viviana A. Pardo

Lic. en Psicopedagogía

vivianaandreap@yahoo.com.ar

 @licviviana_pardo

Fuente Imagen: Desilusión

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