Gestión emocional- Parte 2

En el artículo anterior http://somosinfancia.com.ar/coaching-ontologico/, hablamos de los aportes y beneficios del coaching a la vida familiar. Uno de los temas centrales que trabajamos en los procesos de desarrollo personal, es la gestión emocional. Tema del que se habla mucho, que está siempre presente en las ofertas de terapias, recomendación que se escucha “tenes que controlar las emociones”…

Dice Norberto Levy en su libro referente del tema “La Sabiduría de las Emociones”:

Solemos creer que las emociones son el problema. Que el miedo, el enojo, la culpa, etc., son los problemas que nos acosan. Y no es así. Se convierten en problemas cuando no sabemos cómo aprovechar la información que brindan, cuando nos «enredamos» en ellas y nuestra ignorancia emocional las convierte en un problema más.”

Entonces podemos pensar que somos ignorantes emocionales, que nadie, nunca, nos enseñó acerca de ellas. En la escuela no hay una materia “Educación Emocional”, y si tenemos que nombrar emociones, nos quedamos con decir que estamos bien, o mal, o enojados, o angustiados, a lo sumo decimos que estamos alegres…y poco más. Ni hablar de describir las emociones, de registrar cómo se sienten en el cuerpo, ni de encontrar la información útil que nos brindan cuando reconocemos la función de cada emoción en cada momento de nuestro vivir.

La definición de Emoción, según el coaching ontológico, es “Disposición corporal para la acción”. ¿Qué quiere decir esto? Que según la emoción que estemos experimentando, será nuestra acción. Lo que vamos a decir, lo que vamos a hacer, los gestos de nuestro cuerpo, todo está disparado por una emoción previa. Por ejemplo, si estamos enojados o enojadas, es posible que gritemos, que se nos acelere el corazón, que respiremos agitadamente, que se nos tensen los músculos del cuerpo. Que no pensemos racionalmente, sino que reaccionamos sin anticipar las consecuencias de nuestras palabras y de nuestros gestos. ¿Te pasa algo así?

Las emociones son pensamientos expresados en el cuerpo”

Nuestra actitud más habitual es andar en “modo robot”, sin reconocer cómo nos sentimos, sin darnos cuenta de qué emoción está a cargo de nuestro actuar en cada momento.

Por eso, el primer paso para entrenarnos en la gestión emocional, es Identificar la emoción. Reconocer qué siento en cada momento. Esto que puede parecer obvio, en realidad no siempre es tan sencillo. Solemos tener dificultades para conectarnos con nuestras propias emociones, ya sea por una educación donde no era bien visto hablar de emociones o expresar sentimientos, ya sea por nuestras creencias de que las emociones no son útiles o productivas y mejor “controlarlas” o hasta negarlas.

El proceso de desarrollo de nuestra conciencia emocional comienza con el aprendizaje de registrar e identificar nuestras emociones. Conectarnos con nuestro sentir. Saber reconocer si estamos sintiendo bronca, enojo, miedo, culpa o angustia, entusiasmo o asombro. La emoción que sea no está ni bien ni mal, simplemente es lo que me está pasando aquí y ahora. Aceptar sin juicios.

Abro la invitación a que comencemos a sentirnos, a conectarnos, a respirar en silencio y escuchar lo que nos dice el cuerpo, las sensaciones, dejando pasar los pensamientos y las interpretaciones. Para encontrar la sabiduría de nuestras emociones.

Cita: Levy, Norberto: “La sabiduría de las Emociones”

Daniela Chiara

155 747 2726

IG: danielachiara.coaching

danielachiara@gmail.com

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