Hoy: Saber acompañar
Como adultos responsables es un gran desafío acompañar a niñas y niños.
¿Podemos acompañar con más empatía, fluidez, y a su ritmo? Es posible sintonizar con ellos conociendo la energía física y la cualidad emocional que muestran.
Una manera de hacerlo es acercarse a mirar hacia donde ellas y ellos miran, juntos. Observar adónde va su atención. Tal vez así podamos descubrir otros caminos para acompañar.
Estar presentes y perceptivos nos da la posibilidad de empatizar. Y nos permite preguntarnos qué nos quiere transmitir ese niño o niña con sus palabras y sus manifestaciones. Los adultos podemos prepararnos para esta tarea generando contextos que inspiren confianza para relacionarnos. Como también responder en forma segura y clara a las situaciones que se van presentando en la vida cotidiana.
Esta preparación o disponibilidad, se pueden reconocer y concientizar con recursos bien específicos:
Estar accesibles física y emocionalmente para acompañar en 3 pasos
1-Observar corporalmente cómo estoy en relación al niño o niña. En vez de pedirle que suba hasta donde está mi mirada, puedo acercarme flexionando mis rodillas, para llegar con mi mirada a la altura de la suya, y empezar a comprender -tal vez- desde dónde mira el mundo.
2- Reconocer si mi cuerpo está flexible y preparado para el movimiento.
Los más pequeños necesitan estar en contínuo movimiento, es vital en esta etapa de su desarrollo. Y nosotros podemos acompañar moviéndonos con ellos, atentos a no querer aquietarlos por nuestra propia comodidad.
3-Cuidar el tono de voz y usarlo a conciencia. Según las palabras que elija, incluso los silencios -bien administrados- puedo tener una escucha más atenta de parte del niño o niña.
En síntesis, estar más disponible para acompañar tiene que ver con cómo yo perciba sus ritmos, sus tiempos y sus estados de ánimo en relación a los míos.
¿Lo apuro para que se adapte a mi ritmo de adulto, o puedo respetar el suyo?
Todas las condiciones que podemos crear para habilitar sus expresiones juegan un rol importante a la hora de crear contextos seguros. Las palabras clave son: cuidado mutuo.

Más sobre: Saber acompañar
Esta nota es una invitación a encontrar nuevas formas de acercarnos a ellas y ellos. A desarrollar una actitud curiosa, exploradora, convocando nuestra capacidad de asombro. Sería algo así como … mirarlos como ellos nos miran, sin juicios, ni preconceptos. Ante un gesto, una expresión, una mirada, podemos estar más atentos a aquello que los/las afecta o les interesa, como una posibilidad de sensibilizarnos en la observación.
Llevando a la práctica en lo cotidiano estos pequeños recursos específicos, ante hechos simples, nos permite, a modo de exploración, buscar otros caminos, diferentes de aquellos que habitualmente recorremos con nuestros niñas y niños. Y luego observar: ¿Qué cosas suceden diferente cuando exploramos nuevas posibilidades? ¿Cómo responden ellas y ellos a estas? Y ¿Qué diferencias reconocemos en la experiencia?
Si nos queres compartir tu experiencia, podés escribirnos!
Taller Semilla Corazón
SECI®: Una práctica de transformación
Santa Rosa 2263, Florida, Vicente López
Buenos Aires, Argentina
+54 911 5157 9108
Ig/Fb @sistemaseci
Fuente imagen: https://www.soyaire.com/crianza/Senales-de-que-tu-hija-es-feliz-e-hiciste-un-buen-trabajo-de-mama-20220208-0003.html