Las personas que se permiten sentir son más fuertes que las que ignoran sus emociones y “se hacen las duras”. No se puede con todo.
¡Y eso está bien!
No debemos estar a merced de nuestros sentimientos, sino que somos los arquitectos de nuestras propias emociones.
Si no decimos lo que sentimos se produce un nudo emocional que nos hace daño, nos paraliza, no nos deja avanzar.
¿Sabías que es posible enseñarle al cerebro a controlar las emociones?
El cerebro tiene una capacidad que se denomina “plasticidad neuronal”, es decir, el cerebro es flexible y nos permite modificar emociones o la forma en que las experimentamos o sentimos.
Gracias a la autorregulación emocional las personas podemos aprender a transformar nuestras emociones, capitalizarlas y convertirlas en algo positivo para nuestra vida diaria.
Prácticas como la meditación y el mindfulness son realmente eficaces.
¿Sabías que una de las búsquedas más frecuentes en Google tiene que ver con cómo controlar la ira?
.Te dejo una técnica que utilizo bastante para trabajar la ira:
1. Identificá y aceptá la ira o el enojo que sentís.
2. Atención consciente y control de la respiración.
3. Respirá. Inhalá y contá hasta 3 despacio. Retené el aire en los pulmones y luego exhalá por la nariz en 3 segundos. Repetilo varias veces, sentí el paso del aire x tu cuerpo.
Dijo Yogi Bhajan: “si controlas la respiración, controlas todas las situaciones de tu vida”.
Prof. Y Magíster Patricia Chujman
Lic. Belinda Tancredi
