Pérdida perinatal: Un duelo silenciado

Hoy: Pérdida perinatal: Un duelo silenciado

El duelo gestacional sigue siendo un tema tabú, de hecho, es un proceso que tiende a ser invisibilizado que no se ajusta a la realidad social. Titulamos a esta nota: Pérdida perinatal: Un duelo silenciado

“Ahora lo que tenés que hacer es pensar en que el próximo embarazo irá bien”.

Esta frase es la que escuchan muchas parejas cuando se les comunica que el bebé que estaban esperando ha fallecido dentro del útero materno. No se trata solamente de una pérdida física, también se trata de la pérdida de un proyecto de vida, de una ilusión.

Alrededor de este evento vital estresante existe la falsa creencia de que cuanto más avanzado está el embarazo más grande es el duelo. Del mismo modo que tampoco es cierto que solamente es la madre quien vive esta pérdida de cerca y con dolor.

La pareja suele ser olvidada en esta experiencia. Pero hay que recordar que lo que se ha perdido es un proyecto de familia, en el que ambos progenitores deben ser incluidos para ayudarles a elaborar un duelo que permita asimilar la pérdida. No obstante, cabe destacar que para el resto de la familia puede ser más difícil que para los progenitores reconocer este duelo porque el bebé no estaba en su cuerpo y tampoco en su proyecto, o por lo menos no lo estaba de una forma tan cercana.

El duelo con el propio cuerpo

“Ante el sufrimiento por una imperfección corporal el individuo debe hacer frente al duelo de la pérdida de un ideal inalcanzable. Alienado de sí, el cuerpo transita en carencia, en vergüenza de sí, y la persona aquejada de tamaño cuerpo padece sus consecuencias. Si la elaboración es insuficiente puede cronificarse y los efectos patógenos acompañan y determinan el curso de la historia. “

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Cuando se atraviesa una muerte perinatal, la familiar que rodea, muchas veces no se encuentra preparada para comprender, ni sostener, los cambios fisiológicos y corporales por lo que va a atravesar esta persona. El duelo se encuentra presente en la psique y en frente del espejo, en lo que se refleja, ya no tiene un vientre al cual acariciar, no va a poder sentir esas primeras pataditas, los movimientos fetales.

Si la perdida sucede en el recién nacido, la puérpera atraviesa cambios fisiológicos muchos más fuertes aun, además de luchar con el inmenso dolor, inevitable.

Algunas maneras de proporcionar apoyo

• Intentar no racionalizar la pérdida
• Reconocer y validar la pérdida
• Ofrecer escucha activa a los progenitores y familia que ha sufrido la pérdida
• Intentar estimar si la pareja quiere contacto en aquel momento o prefieren estar solos
• Ayudar a obtener ayuda y opciones de apoyo
• Mantener su privacidad

Déborah Falcon

Lic. en enfermería especializada en maternidad y cuidados críticos
Asesoría en lactancia

Fuente imagen: Criar con sentido común

Bibliografía consultada: https://www.sociedadmarce.org/detall.cfm/ID/15911/ESP/la-perdida-perinatal-duelo-silenciado.htm