Dejé mi vida por vos

Dejé mi vida por vos

¿Escuchaste o dijiste alguna vez estas palabras?

Muchas familias se los dicen a sus hijos/as y lejos de cumplir con los requisitos de una carga que no les es propia, le hacen un daño.

Sabemos que cada cual debe cumplir su rol. El nuestro como mapadres es de acompañar, sostener y cultivar vínculos de amor y de afecto, cuando nosotros los adultos decidimos que lleguen al mundo. Y nos compete el lugar del cuidado, crianza, calor, alimentación..

No les asignemos roles, ni cargas que no les son propias, acompañemos sus necesidades, interés, aprendamos a mirar un poco la vida a través de sus ojos.

Intentemos enseñarles a luchar por sus intereses, ideales y deseos, sin pesos adultos.

Pensemos que el aburrirse es una posibilidad que tiene el ser humano de crear, imaginar, construir.

Vivimos en una sociedad que colabora permanentemente con la sobre estimulación, el tener siempre actividades para hacer.

Es así como podemos ver como vivimos a mil, con prisa, y escuchamos a nuestros hijos/as decir “me aburro” me aburro” “jugas jugas jugas!!”

Sabemos que el aburrimiento es una emoción que no solemos permitir. Pero es una excelente manera de estimular la capacidad de crear, de parar y poder pensar, fantasear.

De esta forma se desarrolla la autonomía, la autoestima y la tolerancia a la frustración. Enseñando que no siempre el tiempo divertido. Sino también es importante el tiempo de ocio, y probablemente este tiempo será diverso para cada uno/a.

Pasamos los días con actividades permanentes. Y así vamos acostumbrando a los más pequeños, a siempre a estar en permanente actividad. Con un sinfín de propuestas extraescolares. Que por supuesto son muy buenos aliados porque tienen que ver con la cultura y el deporte. Pero no es necesario excederse.

Es bueno que puedan sentirse aburridos y tomar un cuento de la biblioteca que nunca se habían detenido en ver. hacer un dibujo; un collage; buscar un experimento para hacer; enhebrar, armar un juego para embocar, etc.

Es importante pensar que es es necesario la posibilidad de oxigenarse, de volar y fluir, de soñar y construir, sin una monotonía permanente de estímulos.

Los niños y jóvenes que hacen frente al aburrimiento acaban siendo mas tolerantes, felices. Y sobre todo capaces de sostener la adversidad, con un mejor autoconocimiento y autorregulación. Se muestran con mayores posibilidades de gestionar su tiempo libre, escucharse sin correr, conocerse y construir su propia identidad.

Eliana Waichman

Psicopedagoga

elianawaichman@gmail.com

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Fuente imagen: Etapa Infantil

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3 comentarios sobre «Dejé mi vida por vos»

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