Este artículo es una invitación a reflexionar acerca de lo transitado a lo largo de este año.
Llego el covid19 y con él la cuarentena nuestras vidas. Rompió, desarmó, deconstruyó y cambió todo lo conocido hasta el momento.
De repente comenzamos a sentir temor por nuestro futuro inmediato, la salud de nuestros seres queridos, la economía.
En medio de tanta angustia colectiva, y sin tiempo para tramitarla los profesionales de la educación y del ámbito de la salud mental, salimos cada uno desde su lugar a proponer, inventar .tratando de sostener ,de alojar a través de la palabra y reinventándonos nosotros también desde nuestro lugar profesional.
Comenzamos a transitar una época de experimentos, un laboratorio de experiencias, tanto en las casas como en los colegios y en los consultorios virtuales.
Probamos, usamos los materiales que teníamos, los cambiamos, incorporamos otros, cotejamos resultados. Fuimos investigadores de esta nueva realidad.
Las familias tuvieron que reinventarse, rearmar lo conocido creando, instalando rutinas que parecían imposibles.
Compaginando la escolaridad de los hijos con el trabajo propio. Armando espacios en lugares muchas veces impensados.
Se habitaron escenas de otro modo, compartiendo tareas encuentros escolares y el trabajo de los adultos.
También aparecieron sentimientos encontrados, miedos, ganas de estar y cansancio por estar.
En muchos casos se perdieron los espacios propios por afuera de la casa.
Pese a todo esto, para muchos padres esta fue una oportunidad de conocer a sus hijos en situación de aprendizaje y de vincularidad con sus pares.
Esto les permitió darse cuenta qué necesitan los niños, aprendieron como padres, no sólo acerca de contenidos escolares, ya que tuvieron que volver a recordarlos para colaborar con la tarea docente sino que también aprendieron acerca de sus hijos e hijas.
Cómo son con otros, qué necesitan para aprender y el valor que tiene la enseñanza por fuera de casa.
Creemos que para muchos niños fue bueno contar con el apoyo familiar, seguramente sin este acompañamiento no hubiese sido posible transitar estos meses.
Los terapeutas también tuvimos la misión de acompañar y repensar en cada caso cuál era la mejor alternativa para cada familia en particular, pensando estrategias y modos de organización que fuesen posibles.
Si hay algo que hemos aprendido es que no tenemos certezas desde lo pedagógico y psicológico, cada uno tuvo que desarmar lo conocido.
Fue necesario revisitar las prácticas. Volver a transitarlas por otros caminos, haciendo recorridos novedosos.
Creemos que cayeron las certezas acerca de los modelos pedagógicos, en el presente y a futuro.
Padres, educadores y profesionales del ámbito psi, creemos que esta experiencia va a dejar una huella en estos niños y adolescentes.
También para los más pequeños que iniciaban un camino fuera del ámbito familiar implicó un quedarse adentro, retrasando su salida al mundo, verse con pares, comenzar a construir algo distinto con otros por fuera del ámbito familiar.
Sabemos que el contacto con otros es un estímulo para comenzar el camino de la autonomía.
Cambiar de la organización familiar a la organización escolar para encontrarse con otros modos de relacionarse.
Muchos niños piden volver al colegio, extrañan ese espacio propio de encuentro con otros por fuera del ámbito familiar.
Proponemos que más allá del regreso a las escuelas, se mantengan los espacios de juego familiar poniendo el cuerpo y el alma en lo que se comparte, Y por sobre todo transmitir a los hijos, que esto va a pasar, el mensaje de los adultos que siempre sea alentador, basado en la esperanza.
Seguiremos todos juntos acompañándonos cada uno desde su lugar.
Recordemos que siempre en cada situación de crisis hay una oportunidad de crear algo diferente.
Lic. Andrea Grinberg Psicóloga
Lic. Claudia Buleczka Psicopedagoga
Pagina web: https://psiconfiar.com
