Las palabras generan un impacto significativo

Las palabras que se expresan hacia un/a niño/a y/o adolescente, principalmente en etapa de escolaridad obligatoria, impactan de un modo significativo. La docente, el maestro integrador, el acompañante educacional o el profesor al momento de enseñar a sus alumnos/as utilizan una actitud, un tono de voz y una didáctica pedagógica que son cruciales al momento de transmitir contenidos del área que le corresponda. Hoy: Las palabras generan un impacto significativo.

Los avances en los procesos de enseñanza-aprendizaje dependerán de la confianza que deposite en sus alumnos/as. Si bien el impacto sobre la internalización del conocimiento nuevo será más profundo en el nivel inicial (jardín) que en el primario o el secundario, cada aprendizaje (en las distintas etapas del desarrollo) se volverá significativo según la posición del enseñante frente al aprendiente.
El impacto de las palabras a las que se hace referencia involucra, también, a las que se manifiestan en el entorno de la vida familiar. Ambas instituciones, educativa y/o familiar, son educadores directos. Lo que se manifiesta por medio de las palabras pueden alentar, engrandecer, empoderar al aprendiente al punto tal que posibilita a pensar, sentir y creer que todo lo puede lograr, que es capaz (más allá de alguna condición) de volver posible lo imposible.

Motivo por el cual desde niños/as nos moldeamos en función a como nos hacen creer de quienes somos, es decir puedo creer que soy lo que los demás me hicieron creer. Es cuando en etapas posteriores el impacto que generan las palabras de otros/as es diferente, lo cual podría presentarse a modo de “choque” (pues existe una base instituida del yo).

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Lo significativo que cada uno/a aprende dependerá de la calidad, transparencia y amor genuino con que se impartan las palabras de los actores importantes de ambas instituciones ya mencionadas. Su principal objetivo es la de beneficiar al aprendiente en todos nivel de inteligencia, así también empoderarlo/a al momento de enfrentar cualquier vicisitud que se le presente en cualquier etapa de la vida.

Es altamente significativo posicionarse en un vínculo de reciprocidad en el acto de conocer y aprender, entre el que enseña y el que aprende. Se considera el mejor modo de comprender la dinámica presente, principalmente, a nivel cognitivo. A sabiendas que cada uno/a porta conocimientos que desconoce del otro/a y que son necesarios para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea exitoso.

Derechos de autor: Lic. Ferreiro, N. Vanesa

Psicopedagoga

Mail: ferreirovanesa@live.com

Fuente imagen: https://anywhere.es/

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