Qué es el Síndrome de Asperger

El síndrome de Asperger es un trastorno generalizado del desarrollo que tiene diversas manifestaciones, las más llamativas son las relacionadas con el funcionamiento social del niño.

Durante la infancia, especialmente durante los primeros años, las manifestaciones de este síndrome pueden pasar desapercibidas, a pesar de que en muchos casos, los padres ya han observado la dificultad que sus hijos presentan para establecer relaciones sociales o adaptarse a los cambios y rutinas.

Esto es debido en gran medida, a que las relaciones con los demás aún no se están dando de manera significativa.

Con lo cual, determinadas conductas como el deseo de soledad, la excesiva sinceridad etc. pueden llegar a pasar inadvertidas o a no ser tenidas demasiado en cuenta.

Síndrome de Asperger Características

Debido a la importancia de su detección para evitar así problemas de incomprensión, se deben tener en cuenta una serie de indicadores que pueden manifestar la presencia de este síndrome.

Algunos de los cuales, pueden ser:

  • Dificultades para desarrollar sus habilidades y relaciones sociales.
  • Problemas para interpretar normas y adaptarse a cambios imprevistos.
  • Dificultades para comprender gestos o expresiones en los demás (falta de empatía).
  • Problemas para manejar e interpretar comportamientos no verbales (contacto ocular, posturas…); aspectos importantes para la relación e interacción social.
  • Existencia de manierismos motores estereotipados.
  • Problemas para compartir juegos con otros niños del grupo de iguales.
  • Expresión de preguntas repetitivas.
  • Explosiones emocionales y conductas inapropiadas en clase.

En muchas ocasiones, los niños con síndrome de Asperger, se convierten en objeto de burlas y críticas por parte del resto de niños, que desconocen qué le sucede a su compañero, y no terminan de comprender por qué éste manifiesta los mencionados comportamientos que le hacen diferente de los demás.

Toda esta incomprensión puede derivar en el surgimiento de conflictos, que deben evitarse con la intención de propiciar un ambiente adecuado donde se contemplen de manera productiva y enriquecedora las diferencias individuales.

Por todo lo mencionado, algunas recomendaciones que pueden contribuir a alcanzar este fin, son las siguientes.

Cómo tratar a un niño con síndrome de Asperger

  • Disminuir los estímulos distractores en el entorno, con la finalidad de evitar el desvío de la atención, evitando de esta manera entorpecer el proceso de aprendizaje.
  • Potenciar sus capacidades y habilidades, consiguiendo que el niño se sienta valorado.
  • Ayudar a su proceso de aprendizaje, empleando apoyos visuales que contribuyan a trabajar el mismo (uso de cuadernos, agendas, diarios…).
  • Llevar a cabo adaptaciones curriculares y diseñar situaciones de aprendizaje también adaptadas, que le ayuden a alcanzar el éxito.
  • Prepararle para los posibles cambios en sus rutinas, procurándole un entorno estable y estructurado.

Todo lo anterior, puede ayudarnos a entender a los/as niños/as con síndrome de Asperger, a mejorar su entorno y sobre todo a alcanzar una mayor comprensión por parte de su grupo de iguales, pero siempre teniendo en cuenta que:

«No basta saber, sino también aplicar el saber; no basta querer, es preciso obrar.»

(Johann Wolfgang von Goethe)

A continuación les dejamos varias actividades para niños con asperger

Actividades con niños con síndrome de Asperger

A menudo un niño con Asperger puede ser difícil de estimular, puesto que ellos presentan curiosidad por cosas que los niños sin Asperger es probable que nunca se sientan atraídos.

Aunque es cierto que cada niño presenta comportamientos e intereses particulares existen determinadas características que hacen que los niños con Asperger se sientan cautivados por determinados juegos que es preciso tener en consideración para poder incluirlos en los juegos en el aula.

Antes de comenzar a mencionar algunas actividades para los niños con Síndrome de Asperger, es importante enunciar las similitudes o semejanzas que ellos pueden tener en líneas generales:

Semejanza que los niños con Asperger pueden presentar

  1. Son niños que aman el orden, la sistematicidad y los juegos lógicos.

En base a esto, los niños con Asperger pueden sentirse atraídos a realizar de puzzles, juegos matemáticos, de lógica o construcciones.

  • Les cuesta comunicarse y relacionarse socialmente.

Por ende no es conveniente la utilización de juegos grupales o donde ellos necesiten interactuar demasiado con otros niños.

  • Son niños que no toleran el exceso de estimulación sensorial.

Por esta razón tampoco conveniente realizar actividades al aire libre dado que, en estas situaciones, ellos se exponen a una gran cantidad de estímulos sensoriales a los que deben hacer frente y se sentirán aturdidos por estos.

  • Necesitan sentirse seguros y respetar el espacio personal de cada uno de ellos.

Por esta razón no es prudente la elaboración de juegos donde los niños deban cambiarse de lugar o donde el movimiento sea la principal acción.

Claro que todo lo antes dicho es preciso tenerlo en consideración en líneas generales pero siempre teniendo en cuenta a cada niño con Asperger y sus fortalezas individuales.

Actividades integrales para niños con Síndrome de Asperger en el aula

  • Tener en cuenta los intereses personales de cada niño

Cada niño suele tener gustos e intereses personales. La diferencia entre un niño sin Asperger y un niño con Asperger es que este tomará el tema que le interesa y lo volverá “su pasión”. Conocer esta fortaleza en el niño nos ayuda a poder preparar una clase o actividad temática relacionada con el tema que es de su interés para captar su atención.

  • Escoger actividades donde puedan ir personalizando el ritmo del juego o de la misma actividad

Esto es indispensable puesto que un niño con Asperger suele tener un CI igual o superior al del resto de los niños. Por tanto, pueden resolver actividades con mucha más rapidez que el resto de los niños.

  • Permitir tomar pausas o intervalos de descanso en las actividades a menudo distiende la presión y la posible competencia que se genera con frecuencia en los niños. Este punto es importante (por sobre todas las cosas) para los niños sin Asperger que, al interactuar con un niño con Asperger puede sentirse inferiores o no comprender el trato que éste tiene con ellos. De allí que la sobre exigencia que un niño sin Asperger puede tener al realizar una actividad junto a un niño con este síndrome, es elevada y esto puede agobiar a los niños y generar roces innecesarios.

Fuente: Edupeques

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