Nuestros hijos, nuestros mejores maestros

Nuestros hijos, nuestros mejores maestros

La epigenetica y la forma en que se trasmiten las experiencias vividas por nuestros ancestros

No somos sólo biología

La información genética que recibimos de mamá y papá contiene mucho más que la herencia biológica. La epigenética actúa como puente entre los genes (información biológica) y el ambiente (información social, cultural, alimentación, ambiente emocional).

Las células del cuerpo humano contienen el mismo material genético, sin embargo, no todas ellas expresan los mismos genes. Su epigenoma es lo que hace la diferencia.

El epigenoma no es estático y puede modificarse, a lo largo de nuestra vida va tomando la información de la experiencia y lo graba en las células. Así como también la influencia del ambiente.

Todo esto aporta nueva información, que no tiene que ver con una condición biológica en sí. Sino que amplia y se extiende a las experiencias vividas, la emocionalidad con las que se vivieron estas experiencias, la alimentación, la actividad física, el estrés, etc.

Toda esta información ha permitido incorporar nueva información a nuestro proceso evolutivo. Ahora sabemos que antes de nacer, desde 9 meses antes y hasta los 3, 4 años de vida, el ambiente emocional que mamá experimento se graba en nuestra biología y va a influir en nuestra vida, lo que conocemos como Proyecto y Sentido Gestacional.

La Bioexistencia Consciente propone al mundo una nueva manera de comprender esta nueva información evolutiva.

Lo que nos sucede en la vida, no es por lo que le pasó a mamá, sino que hemos elegido a esta mamá en particular, que va a vivir y atravesar determinadas circunstancias en mi proyecto y sentido gestacional, para que mi biología a través de mis células grabe esta información.

Creamos nuestra realidad para despertar a un nuevo estado de consciencia, y nuestros hijos son los grandes despertadores, que a través de sus síntomas, ya sean biológicos o conductuales y/o vinculares, nos invitan a indagar en nosotros el origen de estos síntomas.

Mirar a nuestros hijos como espejos, lo que no expresamos o resolvemos en nuestra vida, ellos lo muestran a través de la suya.

Jorgelina Roberts

Consultora en Bioexistencia Consciente

Comunicadora en Humano Puente

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