La importancia de la lectura desde la infancia

Es fundamental durante la infancia, que los niños generen el habito de la lectura. Los libros son un pilar fundamental en el desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños. Leer permite un gran proceso interactivo entre el texto y el lector, lo cual contribuye al desarrollo emocional y de las áreas cognitivas del cerebro.

Que los niños puedan hacer el habito de la lectura desde muy pequeños les ofrece grandes beneficios al momento de estudiar y les da la posibilidad de experienciar sensaciones placenteras, aprendizajes, disfrute.

Bien sabemos que en la actualidad la digitalización ha influido de manera negativa a la lectura, no solo para los niños sino también para nosotros, los adultos. Los dispositivos tecnológicos han sustituido a los libros de papel, y en pandemia, esto se evidenció aún más.

Es importante entender que será más sencillo que los niños puedan generar el habito de la lectura, si nos ven a nosotros leer. También tenemos que estar atentos a que, en la infancia, los niños están ávidos de recibir información, por lo cual comenzar con la lectura de cuentos desde muy pequeños es una buena oportunidad para que puedan adentrarse en el mágico mundo lector.

La lectura en el desarrollo de lo más pequeños ofrece muchísimos beneficios. Uno de los principales es favorecer que los niños sean buenos lectores a futuro.

Hay varias e interesantes propuestas de libros para iniciar desde muy tempranamente la lectura. Los cuentos álbumes ofrecen una excelente oportunidad para desarrollar la creatividad, la imaginación, la resolución de situaciones conflictivas, pensando en alternativas. El libro álbum tiene la ventaja que puede tener tantas interpretaciones como posibles lectores se encuentren con él. Estos libros pueden presentárseles a los niños incluso antes de que éstos aprendan a hablar.

Otro beneficio es la estimulación de la atención de los niños y la mejora de la capacidad de pensar con claridad, en alternativas, ordenar y vincular causas, efectos y significados. Esto es posible en parte, gracias a que las historias que escuchan o leen solitos, poseen una estructura particular: principio, nudo y desenlace.

Leerles desde muy pequeños estimula su lenguaje, pudiendo aprender palabras nuevas, ya sean complejas o no, y de esta manera ampliar su vocabulario. Además, favorece la comprensión, la ortografía, la redacción, la expresión.

Es esencial observar los intereses de los niños, para ofrecerles lecturas que le generen placer y disfrute. De esta manera, estarán mas atentos al relato, impactando positivamente en su capacidad de concentración y memoria, pudiendo además adquirir la capacidad de escuchar activamente y comprender lo que está siendo relatado o leído.

La lectura también permite descubrir nuevos intereses en los niños, como la naturaleza, el arte, la historia, e incluso conectarse tempranamente con su vocación.

Como cuidadores es importante que podamos implicarnos en el desarrollo de la lectura como pasatiempos, para que pueda asociarse naturalmente al placer y no al trabajo, ni que sea vivenciado como un momento aburrido. Pero para lograr esto, principalmente, nosotros deberíamos poder conectarnos con la lectura desde el disfrute.

Si la lectura es un valor importante en la familia, y queremos fomentarla desde que nuestros hijos son pequeños, quizás podemos adoptar alguna de estas pautas:

Es bueno que ellos nos vean leer, incluso de los dispositivos, ya que los pequeños aprenden por imitación.

Que los libros estén incluidos en sus regalos, tanto recibiendo como obsequiándolos.

Establecer un momento para compartir alguna lectura con ellos. Bastan al menos unos 15 minutos al día, donde podremos conectar no solo con la lectura en sí misma, sino con todo lo que a partir de esta se puede desplegar (diálogos, identificación de emociones, posibilidad de expresarlas, ensayo de habilidades sociales, momentos de encuentros entre mapadres e hijos)

Crear un ambiente propicio para el momento de lectura. Es algo que podemos hacer junto a nuestros pequeños, donde ellos también participen de la adaptación de algún rinconcito de casa. Por ejemplo, algún silloncito, una mantita en el suelo con almohadones una lampara, etc)

Presentar la lectura como una acción divertida y placentera, y no por obligación.

Y luego de la lectura, o durante la misma, habilitar el espacio para intercambiar, preguntar para saber qué entienden, pensar distintos finales, ver si se identificaron con algún personaje, que sintieron al escuchar la historia. Y por supuesto, acompañar los silencios de los pequeños, están procesando la información que reciben y para esto necesitan tiempo.

La lectura no solo favorece el aprendizaje cognitivo y emocional, sino que fundamentalmente, fortalece nuestros vínculos con nuestros hijos, es un momento de encuentro, donde surgen las palabras, y todas van pinceladas con amor.

Luciana Cofré

Lic. en Psicología

lucianacofre.lc@gmail.com

@lic.luciana.cofre

Viviana A. Pardo

Lic. en Psicopedagogía

vivianaandreap@yahoo.com.ar

@licviviana_pardo

Fuente Imagen: Con mis hijos

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