La ansiedad: ¿amiga o enemiga?

Si estás leyendo estas líneas, probablemente hayas experimentado ansiedad en algún momento. Titulamos a esta nota: La ansiedad: ¿amiga o enemiga?

Todos experimentamos ansiedad, acude a nosotros para mostrarnos que haya algo a lo cual debemos prestar atención.

Pensá en la ansiedad previa a un examen, cierta dosis de adrenalina que te hace seguir adelante. Luego de rendir, volves al equilibrio normal, desactivas las alertas. Imaginate vivir en esta tensión pre examen todo el tiempo. Imposible, ¿no?

Por otro lado, hay personas que viven en un constante devenir de pensamientos y preocupaciones.

A ver si te resulta conocido:

“No puedo parar mi cabeza”.

“Pienso mil cosas a la vez”.

“Quisiera poder parar de pensar tanto”.

Quien sufre ansiedad como un trastorno, en forma crónica, sufre.

Además, es un círculo vicioso. Las personas altamente ansiosas generarán interpretaciones más negativas y más amenazantes de sus síntomas de ansiedad que las personas que experimentan niveles bajos de ansiedad. Podríamos decir que la ansiedad en forma crónica genera más ansiedad.

Otro dato a tener en cuenta: quienes sufren ansiedad poseen una idea de vulnerabilidad personal elevada. Lo solemos llamar como dificultades con la estima personal.

Las personas altamente ansiosas exhibirán menor confianza en sí mismas y mayor indefensión percibida en situaciones relevantes a sus respectivas amenazas en comparación con personas no ansiosas.

La ansiedad: ¿amiga o enemiga?

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Es momento de distinguir cuando es el momento para consultar con un especialista. ¿La ansiedad es amiga o enemiga?

La ansiedad es ciertas dosis frente a algunas situaciones es necesaria y beneficiosa. Pero debe ser circunstancial y esporádica. En forma crónica y persistente, debe ser atendida por un profesional.

El caso más común, que es el trastorno de ansiedad generalizada. El mismo es un estado persistente de ansiedad que involucra una preocupación crónica, excesiva y de temática amplia. Que se acompaña de síntomas físicos o mentales de ansiedad que causa malestar o interferencia significativa en el funcionamiento cotidiano. La preocupación o la ansiedad se refieren a múltiples eventos vitales o actividades.

La preocupación crónica y excesiva es una característica importante del TAG.

Las personas con TAG piensan catastróficamente de modo continuo. Consideran sus pensamientos amenazantes como peligrosos e incontrolables. Si te sucede esto, el profesional trabajará en atacar este proceso de interpretación erróneo para alcanzar los objetivos terapéuticos sobre la preocupación. El trabajo posterior implica un proceso de descubrimiento, conocerse a uno mismo para encontrar los desencadenantes.

Pedir ayuda a un profesional es fundamental. Hay algunas herramientas auxiliares que pueden ayudarte.

Para ello necesitas retornar a vos y recuperar la calma. 

Concentrarte en la respiración y retomar el control.

Si sufrís ansiedad, no dudes en consultar. Ayudame a visibilizar la ansiedad. 

Recursos para la práctica de respiración y relajación:

https://www.psicosolucionesba.com.ar

https://grupoact.com.ar/recursos/audios/

https://www.netflix.com/ar/title/81280926

Carolina Cuenca

Especialista en Psicología Clínica.
Especialista en Neuropsicologia.

Fuente imagen: https://www.diariofemenino.com/

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