La adolescencia en la época actual

Si bien existe mucha información y acceso inmediato a la misma, la experiencia nos de-muestra y confirma que “más no es mejor”. Titulamos a esta nota: La adolescencia en la época actual

¿Por qué no funciona lo que leo?, ¿Por qué no puedo aplicar lo mismo que con mi otro hijo o lo que hace mi amigo/a?

No funciona porque nos olvidamos una obviedad: la subjetividad y aquello tan rico que tenemos: la diferencia. No todos son iguales y si bien hay particularidades no nos podemos olvidar de la singularidad y allí yace la diferencia.

O no quiere decir que no funcione lo que leo, sino cómo, cuándo y qué aplico.

Entonces se preguntarán ¿Dónde está la clave?. Una respuesta posible es registrar y elegir algo propio, construir junto a tu hijo/a adolescente la etapa que está transitando.

En el artículo anterior les hice llegar que la maternidad y paternidad es un lugar a construir con lo propio, siguiendo esa línea les propongo ser arquitectos de la etapa convocante.

Este lugar a construir no sólo del adulto, sino ahora también del adolescente que nace, nos remonta a un estado de desamparo y desvalimiento propio del nacimiento (término psicoanalítico) donde se requiere y necesita de Otro para vivir.

Brignoni (2010) utiliza el término de desamparo para referirse a los adolescentes de la sociedad actual, época actual donde impresiona una “carencia de límites” y acompañamiento en ocasiones por “falta de tiempo”.

Desde un punto de vista económico, el desamparo es aquella situación donde el sujeto por su estado de desvalimiento y prematurez no cuenta con herramientas para regular la incomodidad o malestar que ocasiona la irrupción de la pulsión. Es decir, que tal situación conduce a un aumento de la tensión de necesidad. ¿Acaso no vemos en la adolescencia conductas impulsivas, desregulación emocional?

El desamparo o desvalimiento es el estado donde se hace insustituible la presencia del Otro que pueda asistirlo, en tanto la angustia sería producto de dicho desvalimiento psíquico en el lactante, correspondiente al desvalimiento biológico (Freud, 1926/2010).

Más sobre: La adolescencia en la época actual

Por lo tanto, existiría un entrecruzamiento de términos: desamparo, carencia de límites y angustia. ¿Hacia dónde conduce la angustia? ¿Qué conductas se hacen presentes?

Se destaca además que si bien el desamparo hace referencia a un estado del recién nacido influye en la constitución de ese sujeto. Este estado en relación con la presencia de Otro y la necesidad de ser amado se presentará en otros estadíos del ser humano y es a partir de allí que este término de desamparo es utilizado por la autora Susana Brignoni (2010) para dar cuenta de los adolescentes de la época actual, otorgándoles el término de sujetos desamparados, sujetos sin brújula, ante la falta de adultos que alojen.

Este desamparo primario es la condición para que el adulto tenga un lugar; se puede decir que es la condición para que un vínculo pueda constituirse. Si bien este estado es estructural, en el devenir del sujeto indica que él mismo en relación con el Otro va construyendo medios que lo ponen a resguardo de dicho desamparo (Brignoni, 2010). No sólo se trata de satisfacer una necesidad, o calmar un llanto, sino que ello toma otro valor: un adulto que se ponga en juego, que interprete, que dé cuenta de un llamado y una respuesta, que se genere una demanda y de este modo pueda constituirse un vínculo. La diferencia entre un grito y un llamado es que hay un acuse de recibo de Otro.

La sintomatología actual (cutting, autolesiones, angustia) hacen un llamado ¿lo escuchamos como adultos?

Por ello es fundamental en la adolescencia, acompañar, contener y guiar, respetando los tiempos y espacio de ese hijo adolescente. ¿Pero por qué presenta tantas desafíos y dificultades? He aquí una respuesta: convoca un cambio no sólo para el adolescente sino también para el o los adultos. ¿Aceptamos o nos resistimos al cambio?

La adolescencia convoca al adulto, pero a un adulto diferente al que se hizo visible en la infancia: ahora se trata de un adulto que acepte y vea al hijo real y no ideal. Que aprenda a dejar atrás expectativas para escuchar y acompañar lo “nuevo” que trae su hijo/a. Aprender a transmitir nuevos límites que regulen y delimiten y sobre todo que enseñe y transmita que “no todo se puede”, condición para tolerar la frustración y lo que ella conlleva.

El desafío es posicionarse como adultos en un lugar diferente al que la sociedad impone, marcado por los tiempos de la inmediatez, mientras más mejor, con escaso tiempo de disfrute y ocio, entre otros.

Esta nota los invita a hacer una pausa y reflexionar sobre los tiempos y límites propios, necesario para acompañar la adolescencia de hoy. ¿Qué transmito desde mi lugar de adulto?

Mgter Beron Sabrina (Mat 3044)

Mgter en Psicoanálisis

Lic en Psicología

+54 9 261 609-6914

sabriberon@hotmail.com

Referencia bibliográfica:

Brignoni, S. (2010). Una experiencia de conversación entre psicoanálisis y prácticas socio – educativas: de la gestión del usuario a la producción del sujeto. Clase 17, Módulo 5. Diploma Superior “Psicoanálisis y prácticas socioeducativas”, FLACSO Argentina, disponible en: flacso.org.ar/flacso-virtual

Freud, S. (2010) Inhibición, síntoma y angustia. En J. Strachey (Ed) y J. Etcheverry (Trads.) Sigmund Freud: Obras completas (Vol. XX pp 71-162). Buenos Aires: Amorrortu (Trabajo original publicado en 1925-1926).

Fuente imagen: https://www.abc.e

También te puede interesar

Un comentario sobre «La adolescencia en la época actual»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *