Gracias por esos momentos eternos entre nuestros cuerpos, por nuestras charlas de miradas, por nuestras sonrisas conectadas. Gracias por enseñarme tanto día a día, por ser tan valiente, por darme coraje, por cuidarme y dejarme cuidarte. Gracias por devolverme a mí niña interior, aquella que descubro cada vez que jugamos, que inventamos que volamos juntos. Gracias por demostrarme que se puede ser feliz con un par de marcadores, con un avión con luces, con una canción que te guste, con un baño, con cosquillas, con libros de colores, con mirar por la ventana, con hacer caras en el espejo, con una siesta entre tus brazos, con un globo, con burbujas, con autitos que chocan, con pelotas, con tanto…. sí en casa, adentro, y aún así me regalas una sonrisa por hora, me das.besos cada minuto, me acaricias y amas mí lunar, ese que tengo en la muñeca que dejó de ser.mio para ser tuyo, y adoro así sea. Gracias hijo mío por SER y hacer tanto, por darme a cada segundo tu todo, por devolverme lo que a veces entre tanta incertidumbre y temores, se me escapa…por prestarme tu mano cuando tengo miedo, por enseñarme cuan grande se puede ser, a pesar de ser tan pequeño. Valeria Bronstain
@valeriabronstain
Consultora Psicologica
Especialista en Crianza y maternidad
valeria8126@gmail.com
