El 4 de marzo, desde el año 2022, se ha transformado de un día centrado en la “lucha contra la obesidad” a un día de conciencia y acción contra la gordofobia. Titulamos a esta nota: Día mundial contra la gordofobia.
La intención es resignificar este día que ha patologizado a los cuerpos gordos, sus apariencias y sus tallas a un día de lucha y liberación corporal individual y colectiva.
La Gordofobia es un sistema de creencias que discrimina a las personas gordas a través del odio, rechazo y violencia. Por el simple hecho de ser gordas y que se reproduce de forma sistemática y estructural.
Desde estos activismos se considera que tener un día de la obesidad, es gordofobia.
La gordofobia impacta gravemente en la salud física y mental de las personas que la padecen. Estudios actualizados basados en evidencia de alto rigor científico han demostrado que la carga de estrés, como consecuencia de la opresión por el tamaño del cuerpo, aumenta los niveles de inflamación sistémica provocando un aumento del riesgo de enfermedades cardiometabólicas.Etiquetar a las personas gordas como enfermas sesga la visión de la medicina. Y, en consecuencia, estas personas son tratadas de manera diferenciada en las consultas. Así, muchas veces subestimando diagnósticos graves, haciendo responsable del padecimiento al tamaño corporal e indicando como única salida: el descenso de peso. Poniendo en riesgo el padecimiento real y quitando el derecho a las personas de acceder a un tratamiento adecuado y eficaz.
Por otro lado, el descenso de peso indicado como “única solución” resulta altamente peligrosa para la salud. Ya que según la evidencia científica, no existe al día de hoy un sólo método para bajar de peso que sea eficaz a largo plazo, aumentando la probabilidad de rebote del peso. Este efecto yo yo de las dietas es el que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y metabólicas como diabetes, acv e infartos; y mentales como son los trastornos alimentarios.
Más sobre: Día mundial contra la gordofobia
Las personas con corporalidades más grandes pueden y tienen derecho al acceso a la salud. Intentar cambiar sus cuerpos a través de métodos insalubres, y discriminar su diversidad, sólo los alejan de lograr mejorar su salud integral. Todas las personas, independientemente del tamaño de su cuerpo, pueden tener salud integral. El tamaño del cuerpo no es un determinante de salud. Pregonar lo contrario, es gordofobia.La sociedad en la que vivimos hace apología del cuerpo delgado como sinónimo de salud y belleza. Sin embargo, un gran número de nutricionistas actualizadas desde la nutrición incluyente, la salud en todas las tallas y del respeto por la diversidad corporal, desafiamos estos conceptos y acciones que resultan tan simplistas, reduccionistas y opresivos para la salud.
Los profesionales de la nutrición jugamos un papel fundamental en la lucha contra la gordofobia. Ya que somos quienes podemos desmitificar todas las falsas creencias y asunciones de la cultura de la dieta.
Es por esto que, resulta fundamental promover y difundir prácticas nutricionales inclusivas. Adoptando así, un paradigma que ponga la salud y el bienestar de los individuos en el centro, más allá del peso.
Julieta Direnzo
Nutricionista
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Fuente imagen:https://www.cuerpomente.com/
