Vacunas Covid en niños

Información sobre las vacunas Covid en niños

Desde que comencé la carrera de Medicina y luego me especialice en Pediatría, fui consciente de la importancia de las vacunas en la historia de la humanidad. El modo en que cambió y afectó para bien, (en la gran mayoría de los casos) la calidad de vida del ser humano.

Cuando comencé a ejercer la Pediatría, preguntar acerca del calendario de vacunas de los pacientes a cada familia que me visitaba, se convirtió en una situación de rutina.

Nunca me cuestioné el hecho de la indicación de vacunas tanto por la bibliografía como por la experiencia propia,.Ya que lamentablemente he visto fallecer a niños pequeños por enfermedades totalmente prevenibles a través de la vacunación disponible en el calendario Nacional.

Y así como cada familia que actualmente concurre a mi consultorio sabe mi postura al respecto de la vacunación, algunas de ellas no comparten la misma mirada y sin embargo, me confían la salud de sus hijos. El vínculo trasciende las ideologías, y el foco se pone en las otras tantas maneras de fomentar la salud y el bienestar… asi como yo creo que la vacunación también lo hace.

Con la llegada de la pandemia, llegó también un desafío para los Pediatras y médicos en general con respecto a este tema.

Al principio la inmunización estaba indicada solo en adultos, y la vacunación masiva llegó en uno de los peores momentos epidemiológicos que atravesamos en nuestro país. La gran mayoría de la población optó por vacunarse, algunos más y otros menos convencidos de la decisión que tomaban debido a las controversias que se generaron alrededor de este tema, conscientes de que aun falta mucho camino por recorrer con respecto a esta vacuna pero poniéndose al servicio de la ciencia y de la salud pública, confiando que ambas son entidades que velan por el bien común.

La vacuna pediátrica para Covid 19 llega en otro momento epidemiológico de nuestro país. Con la mayor parte de la población adulta vacunada, con el cese de las restricciones que se venían sosteniendo desde hacia un año y medio, con un descenso marcado tanto de personas fallecidas como de personas infectadas por esta enfermedad y con la confirmación de que la población pediátrica continúa siendo la menos afectada dentro de los grupos de riesgo.

Cuando la vacunación pediátrica se anunció, comenzaron a llegarme muchos mensajes de familias que querían saber mi opinión al respecto.

La realidad es que para ese momento no tenía datos certeros acerca de la misma. Por ese motivo me contacté con la Sociedad Argentina de Infectología para informarme sobre el tema. Obtuve una respuesta inmediata, en la cual expresaban que la vacuna pediátrica para Covid se encuentra en fase 3 de investigación. Los datos obtenidos de fase 1 y 2 son confidenciales y la ANMAT aprobó su uso para casos de emergencia según el análisis de esos resultados.

Luego de que se expresara públicamente que se comenzaría la vacunación masiva para el Covid 19 a niños de 3 a 11 años, la Sociedad Argentina de Pediatría (quien no estaba enterada hasta el momento de esa decisión) lanza un apresurado comunicado que es difundido por las redes sociales dejando entrever su postura a favor de la vacunación, pero a la espera de la documentación que da cuenta de la seguridad y viabilidad de la vacuna.

La desprolijidad que se dejo entrever ante estos hechos, me generaron una alerta que, sea real o solo autoinfundada, me invitan a un análisis que intenta ser lo mas objetivo y despojado de prejuicios posible.

¿Cuál es la urgencia en vacunar a la población pediátrica. Dado que no estamos en situación de emergencia epidemiológica actualmente, y que no es población de riesgo para esta enfermedad?

¿Por qué no aguardar el avance de la investigación acerca de esta vacuna pediátrica antes de lanzarla masivamente?

Este tipo de decisiones son muy personales. Con estas palabras no intento generar polémica ni ahondar la grieta tan pronunciada en nuestra sociedad. Mi intención es invitar a que cada persona pueda tomar decisiones en base al propio análisis de los hechos y no en forma automatizada.

La información está cada vez mas al alcance de todos. Conociendo las fuentes adecuadas podemos investigar y construir un pensamiento crítico, menos rígido y mas acorde a nuestros constructos personales.

Toda postura es respetable. No hay un buen o un mal accionar cuando la intención es noble: amamos a nuestros hijos y deseamos su salud y su bienestar… nuestro deseo siempre es hacerles bien. Bajo esa premisa, ninguna postura es cuestionable.

Lo único que me permito cuestionar, es no tener una idea propia acerca de un tema puntual. Despojada de ideologías fanáticas o poco sustentadas en hechos certero.

Creo que una de las mejores virtudes con la que podemos inspirar a nuestros hijos es con la capacidad de generar un pensamiento libre, crítico y flexible, preparándolos para convertirse en adultos independientes del pensamiento masivo y despersonalizado.

Dra.Cecilia Basile

Medica Pedatra

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