Siempre está enojado
Muchos niños y niñas se enojan con facilidad. Cada enojo tendrá su origen, es importante respetar y escuchar con detenimiento.
Los adultos podemos brindar contención y ayuda
¿Cómo?
Dedicándoles tiempo. No dejarlos ganar siempre. Enseñándoles a perder o frustrarse sin angustiarse. Mostrándoles la alegría de jugar con otros. Explicarles la importancia y beneficios del poder compartir junto a otros.
Enseñándoles a respetar tunos. Enseñándoles la importancia de los sentimientos ajenos.
Es fundamental no ceder ante los caprichos por miedo al enojo de nuestros hijos o hijas. A frustrarse también se aprende en la vida
Hay etapa en la infancia de “berrinches”, donde niños y niñas intentan imponer su voluntad siempre. Toman conciencia de sus gustos, de sus posibilidades y especialmente de la autonomía.
Se sienten libres para moverse por la casa, para jugar, manipular objetos y hacen valer sus nuevos aprendizajes. Así, aunque no tengan más de 2 ó 3 años protestarán y tendrán grandes enojos porque se sienten “grandes” y quieren decidir qué ropa usar, que comida comer, si bañarse o no, etc.
Podemos fomentar su autonomía sin perder de vista que somos las personas encargadas del cuidado y la crianza quienes tenemos la responsabilidad de guiar, aunque se enojen con nuestras decisiones.
Lic. Marina Halperin