Roma, el amor que me acompañó trece semanas

Roma fue el nombre que elegí una noche en la cama con papá y tú hermano. Porque al revés se lee amor. No sabía tu sexo, ni siquiera sabía la fecha en la que ibas a nacer. Titulamos a esta nota: Roma, el amor que me acompaño trece semanas

Naciste el 14 de enero, dos días antes que tu hermano mayor. Yo no te perdí. Yo se que cree vida en mi vientre y que esa vida me acompaño 13 semanas y tres dias. Es doloroso lo que tuvimos que vivir. Los 4. Tu mamá, tu papá, tu hermano y vos. Y todos los que nos acompañaron en este momento tan duro. Pero confío. Confio que así tenía que suceder en este aquí y ahora. Y que esto no fue otra cosa que una muestra de AMOR, DE VOS ROMA.

Verte ahí. Frágil, sumergido en mi sangre. Inocente. Sin respirar. Flotando. Durmiendo. Me dejó en paz. Porque sé que pude conocerte. Verte. Despedirme En tus trece semanas de vida, aunque sabía que ya no estabas vivo dentro mío y habías pasado a otro plano, habías pasado a la muerte. Al acto de amor más puro que jamás había vivido.

Siento dolor porque no voy a poder hacer nada de lo que viví con tu hermano pero no quiero ser egoísta, quiero recordar que vivimos las trece semanas y tres días cómo tenía que ser, como Dios lo eligió y sobretodo como lo elegimos nosotros dos.

Gracias por enseñarme a vivir, gracias por enseñarme a amar. Gracias por estar ahí, enseñándome una vez que la vida si vale la pena. Y que hay que vivirla porque no se sabe cuando pasamos a otro plano. Sé que sos mi ángel, que no sos invisible y que nunca lo serás. Sé que hoy tengo dos hijos, eso va a ser así hasta el día que nos encontremos de nuevo. 

Vola alto. No nos debemos nada. No nos perdimos nada. Nos acompañamos hasta donde debimos y pudimos. Siempre te voy a recordar. Siempre vas a estar presente en nuestras vidas. Prometo que, aunque no crezcas, no vas a ser invisible porque perteneces a mi sistema familiar que decidimos formar con tu papá y tú hermano. 

Más sobre: Roma, el amor que me acompaño trece semanas

Y no quiero olvidarme que de tu llegada, nos enteramos un día muy especial para nosotros. El día de nuestro aniversario de casados. Entonces, la enseñanza que me deja esto, es que el amor siempre triunfa, en todas sus formas. El nombre que elegimos, no fue de casualidad, no fue al azar, fue sentido con todas nuestras emociones. Amor al revés, viniste a enseñarme a amar de la forma correcta. 

Roma, el amor que me va acompañar para siempre. 

Ivana Fernández

Counselor

Biodecodificadora

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *