¿Qué tiene Barbie para decirnos?

La famosa marca de muñecas, nació allá por los años 50. Cuando la mayoría de los juguetes eran bebés y el juego consistía en que las niñas incorporen el ser madres y las tareas de cuidado que luego deberían realizar el resto de su vida.

Entonces apareció una muñeca adulta, mujer, profesional, que podía ser lo que quisiera. Desde oficinista hasta astronauta o presidenta, incluso cuando aún en algunos países las mujeres todavía no podían votar. Nació con el objetivo de empoderar, de liberar, de generar un nuevo mundo a través de la imaginación de los más chicos. Pero luego, se transformó en un estereotipo a través del cual, el patriarcado instauró como ejemplo para establecer los cánones de belleza. Titulamos a esta nota: ¿Qué tiene Barbie para decirnos?

Estereotipos y mandatos:

Los estereotipos pueden ser definidos como aquellas creencias o ideas de lo que supuestamente una persona debe ser por pertenecer a determinado sexo biológico. Por ejemplo las tareas de cuidado, la sensibilidad y expresión de emociones asociadas a la feminidad, mientras que los varones no deben mostrar sus emociones, deben ser fuertes, hacer cosas “de hombres” entre otras cosas. Dentro de los estereotipos, nos encontramos con los roles de género, con la apariencia física, la vestimenta, los colores que se deben usar, etc.

Por otro lado, podemos ver los mandatos sociales de género, son aquellas normas que fueron naturalizadas a lo largo del tiempo, establecen cómo debe ser una persona en la sociedad dependiendo de su sexo biológico.

En la película se puede observar cómo estos roles están diferenciados y representados de una forma muy explícita. Podemos ver cómo en Barbieland el hombre representado por Ken solo es un accesorio, mientras que en el “mundo real”, los papeles están invertidos y se muestra cómo el poder patriarcal hegemónico ha relegado el lugar de las mujeres.

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¿Podemos ser lo que queramos ser?

Efectivamente se puede, sin embargo, en determinados contextos socio-culturales-familiares hay mayores o menores dificultades e impedimentos para lograr algo tan esencial como es vivir la vida que deseamos.

Y ¿Qué podemos hacer?

El primer paso es identificar si estamos ejerciendo mandatos y reproduciendo estereotipos sobre otras personas. Después hay que ver si estamos siendo sometidos a los mandatos sociales (probablemente sí, pero no te quedes en el molde) a partir de esto, empieza el largo proceso de deconstrucción, que no es fácil ni instantáneo.

Cada uno de nosotros desde el lugar que ocupa, puede aportar su grano de arena. Podemos sembrar desde nuestros espacios semillas de seguridad, de valentía, de cuestionamientos, incentivemos la aceptación, la expresión de lo que cada uno quiera ser.

infancias
Es necesario que desde la infancia se eduque desde la libertad, la aceptación de otro, poner en práctica la igualdad de derechos, el respeto y los valores esenciales que nos constituyen como sociedad. 

De este modo podremos desarrollarnos como una sociedad que fortalezca las expresiones de deseos personales, abriendo un colorido abanico de posibilidades y oportunidades para todos.

Enzo Iaciancio

Licenciado en Psicología

lic.enzoiaciancio@gmail.com

Fuente imagen: https://woman.elperiodico.com/ https://www.ecured.cu/

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