¿Qué son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son el conjunto de conductas que se necesitan para poder relacionarse de un modo efectivo y satisfactoriamente con la gente que nos rodea. Es decir, que una habilidad social es algo que puede observarse, evaluarse y hasta modificarse si fuese necesario.

No se trata de algo con lo que nacemos, y es por ello que en niños no suelen hacerse latentes si no se cultivan.

Es importante que los niños y niñas sean capaces de desarrollar aptitudes sociales. De ello dependerá, en gran medida, su capacidad para involucrarse en proyectos y formar parte activa de la sociedad cuando sea adulto o incluso antes.

Cuando nos detenemos en enseñarlas, contribuimos al equilibrio emocional y la buena resolución de conflictos. Las bases de estas competencias son la empatía y la asertividad, enraizadas en un profundo amor propio.

Entonces decimos que las habilidades sociales pueden adquirirse y pulirse con ayuda de maestros y docentes, por eso es tan importante saber si en las escuelas donde asisten nuestros hijos/as tienen esta mirada y manera de acercarse a los valores con nuestros niños/as

Hay algunos tipos de habilidades sociales básicas, las cuales deben fomentarse desde que el niño/a nace. Cuando estas están presentes, es mucho más sencillo saber cuáles son las habilidades sociales más fuertes.

Algunas acciones sencillas en donde estimulamos las habilidades sociales fundamentales son:

Sonreír a los demás (por supuesto no a cualquiera)

Saludar y presentarse. Una habilidad social que servirá para establecer otras nuevas.

Colaborar haciendo favores sin esperar una recompensa a cambio.

Mostrar amabilidad con las personas del entorno.

¿Qué debemos enseñarles a los niños y niñas?:

Apego: capacidad para establecer lazos afectivos con otras personas.

Comunicación asertiva: capacidad de defender su opinión sin dañar a los demás

Resolución de conflictos: capacidad de resolver los problemas de manera efectiva y asertiva.

Autocontrol: capacidad de conocer y regular las propias emociones

Empatía: capacidad de ponerse en el ligar del otro/a y entenderlo.

Cuando se cuenta con estas aptitudes sociales, los niños tienen mucha más facilidad para hacer amigos, establecer relaciones cordiales con sus compañeros de clase, sus profesores y los miembros de su familia.

Además, les ayudan a mejorar su capacidad de concentración, ya que tienen mayor autoestima y confianza en sí mismos, lo cual les será útil a la hora de aprender.

Eliana Waichman

Psicopedagoga

Orientación familiar en temas de crianza

Orientación vocacional a adolescentes /jóvenes

elianawaichman@gmail.com

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