No hay enfermedad, sino enfermos

En homeoptía decimos que” no hay enfermedad sino enfermos.” No es un concepto negacionista, sino integrador.
Nos interesa, además de la efermedad o disfunción con la que se presenta el paciente a la consulta, saber cómo vivencia su padecimiento. Como también qué relación podemos encontrar entre la aparición de los síntomas y sitiaciones emocionales. O en qué circunstancias ocurre y cómo lo siente particularmente.

Se trata de un abordaje integral donde, ante todo. Debemos conocer a la persona. Sus síntomas mentales, particulares y generales.

La enfermedad es una expresión del desequilibrio vital que abarca múltiples aspectos y , en la mayoría de los casos , multifactorial , donde el estilo de vida es fundamental. Lo malos hábitos, vínculos y costumbres es lo que llamamos obstáculos a la curación y deben ser abordados para lograr los objetivos de tratamiento propuestos. En ocasiones la propia cronicidad  es un obstáculo, en ese caso es fundamental mejorar la calidad de vida. Devolver el bienestar.
Bien-estar, estar bien aún en la enfermedad.

Es muy frecuente que algunos pacientes se presenten a la consulta con uno o varios medicamentos de consumo diario para patologías crónicas o cuadros agudos recurrentes en busca de una alternativa terapéutica.

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El objetivo del medicamento homeopatico es equilibrar, actua por mecanismos distintos. Busca estimular los mecanismos de autocuración sin buscar suprimir síntomas.

Durante el tratamiento homeopático en pacientes polimedicados o con patologías crónicas que requieren fármacos es importante evitar el aumento de dosis, contrarestar los efectos adversos y , en la medida de lo posible, reducir el consumo. En mi criterio, siempre bajo indicación del colega que lo prescribió.

Que la mejoría del paciente permita esa posibilidad.
Los medicamentos farmacológicos y homeopáticos pueden ser complementarios. No hay contradicción en el uso conjunto.

Dra. Gisela Marchese