La importancia del ambiente alfabetizador

El último tiempo se ha escuchado mucho hablar sobre “Ambiente alfabetizador, pero… ¿De qué se trata?. ¿Será llenar el aula de carteles y papeles?. ¿Decorar el salón?.¿Ambientar el aula con colores?. Según Emilia Ferreiro, destacada psicóloga y pedagoga argentina, un ambiente alfabetizador efectivo es aquel que ofrece múltiples oportunidades para que los niños se enfrenten a desafíos lingüísticos y cognitivos. Aquellos que son apropiados a su nivel de desarrollo, dentro de un marco de apoyo. Hoy: La importancia del ambiente alfabetizador.

Entonces, no se trata de decorar el salón con cosas bonitas, sino de llenarlas de sentido. Los carteles que forman parte de nuestra clase tiene que tener cierta significatividad para quienes aprenden dentro de ella. Se trata de conformar en las aulas un escenario propicio para permitir que los niños interactúen de manera significativa. Con variados materiales que portan escrituras en el marco de situaciones que resguardan claros propósitos comunicativos y didácticos. Sugiero ir armando estos portadores junto a los alumnos.

Algunos ejemplos pueden ser:

Cuadros con horarios o agendas semanales.
Abecedario (en un lugar visible y al alcance de los niños. Se puede ir agregando junto a ellos palabras de uso frecuente que empiecen con cada letra).
Cartel con acuerdos de convivencia.
Panel de asistencia (ausentes/presentes de cada día)
Biblioteca del aula y agenda lectora.
Afiche con alguna rutina de pensamiento (“ya sé/me gustaría saber/aprendí” “veo, pienso, me pregunto”, respuestas a una pregunta indagadora de comienzo de proyecto…)
Carteles con los nombres de números (en letras y en números), días de la semana, meses del año, nombres de los niños, palabras de uso frecuente, etc.
Muros interactivos en las paredes del aula o del pasillo para exhibir trabajos escritos y realizados por los alumnos, carteles con palabras y frases clave, o preguntas que inciten a la reflexión y la interacción con el lenguaje escrito.
Etiquetado del aula (marcar objetos comunes del aula con sus nombres escritos).
Carteles que sean fuente de información segura y estén relacionados con el contenido trabajado.

La lista puede ser innumerable. Sin embargo, la mera presencia de estos portadores no garantiza el aprendizaje.

Por lo tanto, es fundamental que se armen en conjunto con los alumnos y que el docente propicie situaciones en las que se recurra a esos materiales. Este tipo de portadores y exposiciones visuales fomenta un ambiente de aprendizaje compartido y valida el trabajo de los alumnos.

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El ambiente alfabetizador, en su rica diversidad y diseñado con el profundo entendimiento de las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, actúa como un catalizador que despierta la autonomía, la curiosidad e impulsa el deseo de explorar.

Es este entorno, cuidadosamente cultivado, el que transforma el aprendizaje en una experiencia viva, donde cada texto, cada palabra y cada interacción abren caminos nuevos hacia el conocimiento y la autoexpresión, logrando así, aprendizajes significativos.

Lic. Micaela Colombo