Ansiedad y Aprendizaje

Cuando hablamos de ansiedad escolar nos referimos al conjunto de reacciones cognitivas, motoras y psicofisiológicas emitidas por una persona ante situaciones del ámbito escolar que son percibidas como una amenaza. Titulamos a esta nota: Ansiedad y Aprendizaje

Se estima que entre el 10 y el 20% de los niños en edad escolar se ven afectados por problemas relacionados con la ansiedad. Por supuesto, no todos experimentan el mismo patrón o intensidad de la sintomatología; las reacciones pueden variar en cuanto a su duración, persistencia y fluctuación a lo largo del tiempo.

Un nivel moderado de ansiedad puede resultar una variable facilitadora del aprendizaje, porque produciría un estado de alerta en el niño que podría beneficiar su rendimiento académico. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente y abrumadora, puede interferir negativamente en la vida diaria de una persona. El niño puede presentar timidez, inseguridad, vergüenza, preocupación y sudoración excesiva, trastornos del sueño o dolores de estómago.

Y, ¿Cómo afecta la ansiedad en el aprendizaje?

Son muchas las variables implicadas, pero hay dos cuestiones que suelen ser identificadas: el tipo de tarea y su efecto y el rendimiento escolar previo de los alumnos. Los estudios demuestran que, si la tarea es demasiado exigente en cuanto a elaboración intelectual, la ansiedad interfiere negativamente en el aprendizaje. De igual manera, esta interferencia se produce en aquellos niños con dificultades académicas, dado que infieren la probabilidad de fracasar.

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Ansiedad y Aprendizaje
La mejor manera de ayudar a los niños a superar la ansiedad es enseñarles a lidiar con ella a medida que se presenta, identificando las causas. En este sentido, brindo algunas estrategias para acompañar a los niños con ansiedad en la clase:
  • Mantener una comunicación abierta, comprensiva y de confianza con el niño, para animarlo a hablar sobre sus sentimientos y preocupaciones, escuchando con empatía y sin juicios.
  • Establecer una rutina clara. Para ello, te sugiero realizar una agenda del día en el pizarrón.
  • Utilizar técnicas de relajación para que puedan utilizarlas cuando se sientan ansiosos en el aula.
  • Propiciar espacios de seguridad en el aula, donde el niño pueda ir si se siente abrumado (por ejemplo: el rincón de la calma).
  • Reforzar logros y esfuerzos. Esto refuerza su autoestima y motivación.
  • Enseñar técnicas de estudio efectivas, ofreciendo orientación sobre técnicas de estudio, organización y administración del tiempo. Es importante dado que ayuda a la persona a desarrollar habilidades que mejoren su confianza y eficacia en el proceso de aprendizaje.
  • Realizar adaptaciones académicas: Por ejemplo, mayor tiempo de resolución de actividades, segmentar las actividades en pequeños pasos y/o ir entregando de a una actividad por vez.

Siempre es importante recordar que cada niño es único y puede responder de manera diferente a las estrategias de apoyo. Es importante adaptar estas estrategias según las necesidades individuales de cada niño y trabajar en estrecha colaboración con la familia y profesionales de la escuela y/o externos, para brindar el mejor apoyo posible.

Lic. Micaela Colombo

Lic. en Psicopedagogía

M.P. 230444

Docente de Nivel Primario

Fuente imagen: https://www.planetamama.com.ar/

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