Focusing implicado en el vivir diario

Focusing es un proceso de autoconocimiento y descubrimiento de un cuerpo consciente que nos hace las veces de vehículo, puente y canal implicado en el vivir diario.

Focusing (enfoque corporal) o terapia experiencial, término introducido por el psicólogo, filósofo y psicoterapeuta experiencial Eugene T. Gendlin, discípulo y colaborador de Carl Rogers. Es una técnica psicoterapéutica que utiliza la capacidad de quien focaliza para prestar atención y atender a las sensaciones sentidas en su cuerpo con respecto a algo que acontece en su vida y que no son expresados con palabras.

El cuerpo registra las emociones y sensaciones por las que atravesamos, es por medio de este proceso de autoconciencia y curación emocional corporalmente orientado, por el cual al “enfocar” emerge la “sensación sentida” (Felt-sense) que es pre verbal y está por debajo de los deseos, de las emociones, de los pensamientos, de las ideas, de todo lo que la persona ya sabe de sí misma; es una sensación de todo acerca de algo que ocurre en su vida y que se manifiesta. Hay una referencia directa cuando la persona le puede poner un símbolo que la representa y ahí se explicita.

Con este proceso experiencial del enfoque corporal que llamamos Focusing es posible reconocer primero y luego cambiar la forma en que afrontamos los distintos problemas de nuestra vida, y al establecer una relación con cada sensación que aparece, desde un espacio sin juicios y aceptante quien focaliza va tomando contacto con su unicidad posibilitando e integrando su saber intelectual y visceral.

A continuación, les comparto escrito inspirado en una sesión de Focusing.

Caer en el abismo”.

Para un niño los eventos de la vida son sentidos como catástrofes.

La pérdida de la madre o padre, el no ser reconocidos por alguno de ellos o hasta los divorcios son interpretados como que algo hizo mal o estaba mal en ellos.

Algo se detiene en su interior, pueden crecer biológicamente pero emocionalmente ese niño herido sigue allí esperando ser rescatado del abismo.

La vida sigue su curso y esa parte que se sintió no merecedor, será la que elija parejas y situaciones que confirmen su creencia.

Como en los cuentos había una vez una niña a la que le comunicaron que su mamá se había ido al cielo, sus hermanas más pequeñas reían sin entender. Pero ella sí entendía que ir al cielo, era no volver a ser abrazada y protegida por su mamá.

Ahogó su dolor creyendo que debía proteger a sus hermanas inocentes de la tragedia. Se cuadro de hombros, sacó su pequeño pecho y se dedicó a protegerlas sin darse cuenta que ella también era una pequeña niña inocente.

Era tanto el dolor que anido en su corazón que para sobrevivir lo guardo en lo profundo, como si de esa manera pudiera reparar algún mal que hubiera hecho para que le arrebataran al ser que la protegía y amaba incondicionalmente.

Pasaron los años vinieron otras experiencias dolorosas que tomo como parte de su legado. Algo habría hecho para merecer la indiferencia, el desamor y posterior abuso recibido.

En el camino fue encontrando a otros a quienes proteger, cómo sí ahuyentando su dolor no permitiera que emergiera el propio, negado y relegado a las sombras.

Fue sanando heridas, y descubriendo que había más, hasta que un día en un proceso de Focusing apareció la imagen de la niñita que perdió a su mamá, en la dimensión de la presencia siendo adulta puedo sentarse junto a la niña y sostener su mano.

Le pregunto que necesitaba.

La niña, pidió aire.

La acompaño afuera y una vez allí, la niña dijo: Me caigo al abismo!

La mujer adulta la tomó en sus brazos y la abrazo fuerte.: _ Yo te sostengo, no vas a caer.

La niña rompió en llanto, un llanto de esos que vienen del alma, al perder a su mamá sentía que se perdía a sí misma.

Así estuvieron largo rato, hasta que las lágrimas cesaron. Al ser recibido ese dolor y entender sin palabras que a los niños también le pasan cosas tristes y que no era su culpa, un gran suspiro infló su pecho.

Era momento de regresar, la mujer le entregó su collar, en él había un relicario en forma de corazón. La niña lo miro y sonriente dijo:

_El corazón se habré hacía afuera!

Acordaron volver a verse y se prometieron estar conectadas, la niña desde adentro y la mujer adulta desde afuera, por medio del corazón, cada vez que lo tocarán se sabrían unidas y en compañía la una de la otra.

Paola Carina Vincenti

Counselor (Consultor Psicológico)& Certified Focusing Professional 

Especialidad en Desarrollo personal y Terapia experiencial

IG @Focu.self

@paola.vincenti

paovincenti@gmail.com

Fuente Imagen: Focusing.bcn

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