El respeto por (el cuerpo de) los niños

El respeto por (el cuerpo de) los niños

¡Ay pero mira esos cachetes!

¡Lo que son esas piernas!”

Damelo que le quiero hacer upa”

“Ya le voy a dar unos besos….«

Cuántas veces hemos escuchado esas frases!! En mi caso muchísimas… incluso reconozco que probablemente las haya dicho alguna vez… Quizás sea porque hay muchas cuestiones en torno a la infancia que se encuentran naturalizadas y creo que el manejo y avasallamiento respecto al cuerpo de los niños es una de ellas.

Tener un bebé cerca genera un efecto de “embobamiento”, uno se agacha, se acerca, lo mira, lo acaricia… parece que no podemos controlar nuestro cuerpo: necesitamos opinar y tocar a ese “espécimen” que tenemos cerca. Muchas veces incluso se avasalla la opinión de los cuidadores de ese niño respecto a cómo desean que nos comportemos en torno a su hijo.

¿Por qué pareciera que los bebés son tratados como muñecos? ¿Cómo podemos entender este comportamiento?

Empecemos por ahondar en el término “infancia”. Etimológicamente, la palabra infanciaes de origen latino y viene de “infans”.

Infans se compone de dos partes: el prefijo “in” y “fans”.

  • “In” significa no.
  • “Fans” es un tiempo del verbo “for” que significa hablar.. decir..

Según este origen la infancia, los niños, quedan definidos como aquellos que “no hablan”… , aquellos incapaces de expresarse en público de una manera inteligible para los demás…

Entonces si consideramos que los bebés y niños son aquellos que no hablan ni se expresan, de alguna manera los estamos considerando no-personas, ya que el lenguaje es lo que nos distingue de los animales no humanos. Entonces sería lógico acercarnos y tocarlos sin pedirles permiso ni a ellos ni a sus mapadres… o alguno de ustedes le anticipa, explica o espera autorización para tocar a sus mascotas?

Ahora bien… ¿los niños realmente no hablan? ¿No se expresan?

Por supuesto que sí! Desde que nacen, los bebés y los niños se expresan continuamente.

El error está en considerar como sinónimos los conceptos de lenguaje y comunicación.

Comunicar es transmitir información por medio de señales (visuales, olfativas, etc.) y signos (palabras, gestos).

El lenguaje implica comunicar o transmitir información mediante signos arbitrarios que tienen formas convencionales y significados, se combinan mediante reglas determinadas. Es una capacidad específicamente humana.

El bebé humano desde el nacimiento realiza conductas como llorar, expresar con el rostro emociones y emitir algunos sonidos vocales. Hasta el año aproximadamente se comunican de este modo no lingüístico, momento en que empiezan a emitir sus primeras palabras.

Esto es muy importante porque otorgándole valor comunicativo a todas sus manifestaciones los consideramos como interlocutores válidos, como sujetos que tienen cosas para decir. Hablarles, cantarles, leerles, narrarles cuentos son modos de donar gestos y palabras, invitándolos a formar parte de nuestro lenguaje.

Me parece clave dejar de nombrar a la infancia por una negativa (“aquellos que no hablan”) y empezar a considerar a los niños como personas, sujetos de derecho, que hacen lazo con los objetos y los otros de una manera particular. Son protagonistas de sus aprendizajes y de sus procesos de crecimiento, maduración y desarrollo.

Por estas razones es clave no tocarlos sin pedirles permiso, sin anticiparles o contarles lo que haremos y sobre todo no mentirles. Cuántas veces escuchamos “no te va a doler…”¿ cuando les van a sacar sangre o poner alguna vacuna?

Respetemos a los niños de manera integral… su cuerpo, sus emociones y subjetividad. Acompañémoslos en sus procesos de desarrollo como ellos lo merecen y necesitan.

Lic. Virginia Ruiz

Prof. Nivel Inicial y Nivel Primario

Psicopedagoga, especialista en Intervención y Estimulación Temprana

@pamaternarte

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