Convertirse en familia

Convertirse en familia

Cuando una pareja se junta, cada uno viene con su historia, con sus valores, con su manera de vivir la vida. Lleva un tiempo adaptarse y poder lograr ese bienestar que trae el acompañamiento y el vivir con el ser amado.

Ahora, cuando deciden tener un hijo, se concibe, pasa el período de gestación y el hijo viene… comienza a desequilibrarse cierta estabilidad a la que se había llegado.

Cada uno puso sus propias expectativas a ese hijo que está por llegar, cada uno piensa como lo educará seguramente con el patrón individual de cada uno.

Es un cambio muy importante pasar de ser una pareja y convertirse en familia. En la pareja estaba cada uno preocupado por si mismo y por la pareja. La mirada de amor era dedicada al otro. En una buena relación, se trataba de complacer los gustos, hacerle la comida preferida, acompañar a determinados lugares que no tenía tantas ganas de participar, etc, etc.

Cuando nace el hijo la mirada se desplaza hacia este nuevo ser. Se sabe que para que este cachorro humano se convierta en niño, debe ser sostenido, mirado, mimado por sus padres o quien cumpla esa función. Con lo cual la mirada a la pareja queda muy en segundo plano.

Quedará en la magia y en el deseo de cada integrante de la pareja poder re acomodarse y poder encontrar nuevamente un equilibrio nuevo, ahora de a tres.

Claudia Zaid

Lic. en Psicomotricidad 

Especialista en Vínculo Temprano

Grupos de Crianza

@crianza_claudia_zaid

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