El poder de comunicar (NOS)

Muchas veces no nos damos cuenta del poder que tiene la comunicación.

Es muy importante comunicar lo que nos pasa, lo que pensamos, lo que sentimos, ya que al expresar nos liberamos de un gran peso; estamos liberando al exterior una parte de nosotros mismos. Siendo más claros con las demás personas y con nosotros.

Cada persona tiene una perspectiva única de la vida, es imposible que dos coincidan en todo. Por eso, cuanto más comunicación más entendimiento con el otro.

Nuestra cabeza puede imaginar infinidades de cosas, varias de ellas pueden ser irreales, y, la única forma en que disminuyan es hablándolas.

Muchos obstáculos se nos presentan por la falta de comunicación, originándose por problemas pequeños que se vuelven inmensos al evitar tener una conversación genuina y sincera.

También tantos malentendidos se generan por una falta de comunicación, que todo se hubiera vuelto más sencillo si las partes hubieran expresado de forma clara su forma de pensar, entendiendo así qué fue lo que generó el problema inicial.

¿Cuántas veces no decimos lo que sentimos o pensamos verdaderamente por miedo a lo que el otro va a pensar?

No obstante, no tenemos que tener este miedo a expresar lo que nos pasa, por más extraño, por más irreal que sea. Mientras lo hagamos siempre de una forma respetuosa.

¿Por qué el miedo a comunicar lo que sucede por nuestra cabeza?

Si recibimos una mala respuesta de la otra persona, o no nos escucha, tenemos que saber que el problema está en el otro. Y que eso nos muestra que no es la persona indicada para hablar. Nos devela más de la otra persona que de nosotros mismos.

Es clave elegir con quién comunicarnos y con quién no. Lamentablemente hay personas que no quieren escuchar, no están dispuestas a empatizar ni a entender; entonces ahí tenemos que intuir que no es el lugar indicado. Porque, expresemos lo que expresemos siempre habrá un prejuicio o una mala respuesta.

Que placer cuando compartimos con personas que les podemos expresar hasta nuestro mayor mambo por más delirante que sea. Y no nos juzgan, sino que escuchan, entienden, empatizan, y aconsejan. ¡Personas que suman!

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Es de suma importancia, el entender que no está mal expresar nuestros sentimientos, miedos, inseguridades, errores. Así nuestro círculo íntimo se va acortando, y los que no están dispuestos a escuchar ya no van a formar parte.

Nada se compara con la satisfacción de querer decir genuinamente lo que se nos ocurra, cuando queramos y que recibamos un buen feedback.

Así, la clave está en intentar siempre comunicar todo lo que nos sucede para así sentir más claridad y tener menos pesos internos.

También es muy importante la forma en que lo hacemos. No es lo mismo comunicarnos de una forma tranquila, respetuosa, empática, que de una forma contraria.

Para finalizar: Tendamos siempre a la comunicación para entender(nos) más y para que nos entiendan mejor. Para seguir aprendiendo, y, para seguir más livianos.

Milagros Fanuele