El uso de la tecnología en niños es un tema relevante y complejo. Actualmente, es cada vez mayor el avance de ella y más fácil el acceso a los más chiquitos. Hoy: Tecnología y salud mental en la infancia.
Los dispositivos tecnológicos pueden ser buenos aliados o herramientas de alto riesgo. Por eso es fundamental saber cómo y cuándo facilitarlos, y cómo controlarlos.
La tecnología como buena aliada, trae los siguientes beneficios:
- Beneficios educativos: puede ser una herramienta poderosa para el aprendizaje y el desarrollo de habilidades en los niños. Aplicaciones educativas, juegos interactivos y recursos en línea pueden ayudar a mejorar el rendimiento académico, fomentar la creatividad y facilitar el acceso a información relevante.
- Desarrollo cognitivo: El uso adecuado de la tecnología puede estimular el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la habilidad para procesar información en los niños.
- Socialización y habilidades sociales: puede facilitar la comunicación y la conexión con otros niños, especialmente en entornos donde no hay acceso a amigos o familiares cercanos.
Pero, ¿Cuando es peligrosa?
El exceso de tiempo frente a pantallas puede tener efectos negativos en la salud física, mental y emocional de los niños y niñas, incluyendo problemas de sueño. Como también, sedentarismo, y dificultades para concentrarse en actividades fuera de la pantalla.
Es fundamental:
Enseñar a los más chiquitos a gestionar su tiempo, establecer reglas claras y límites saludables en el uso de la tecnología. Si no hay un adulto que intervenga y pueda administrar y controlar su uso, puede ser peligroso.
También, los padres deben hacer énfasis en la selección de los programas para que tengan alta calidad educativa y propiciar un acompañamiento mediante el diálogo familiar.
Los padres y cuidadores deben dar ejemplo a los más pequeños y tratar, en lo posible, de no usar pantallas en el tiempo dedicado a la familia y tareas de la casa.
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Además, los menores deben pasar horas de juego sin tecnología, así como también, los momentos de alimentación y aseo personal. Respecto a ello, evitar el uso de aparatos electrónicos como premio después de los momentos de ingesta alimenticia. ¿Por qué se tiene que evitar? porque aumenta la ansiedad del niño/a, generando una ingesta más rápida para obtener el premio e imposibilitando un contacto saludable con la alimentación.
El uso de la tecnología debe tener un horario determinado en la rutina de los peques. Sobre todo, dos horas antes de dormir no facilitarles pantallas, ya que sobreestimula el cerebro imposibilitando conciliar el sueño.
Otro aspecto a tener en cuenta son las aplicaciones de juegos virtuales: muchas de ellas desarrollan chats paralelos. Actualmente, es una de las vías por las cuales los acosadores y pedófilos toman contacto con los menores.
Los padres y cuidadores deben educar a los niños sobre la seguridad con los aparatos tecnológicos y enseñarles a proteger su privacidad, evitar el acoso cibernético y discernir la información confiable de la no confiable. Explicar a los niños desde pequeños, las consecuencias de un uso excesivo y las normas para un uso responsable y sin riesgo: no dar datos personales, no quedar con desconocidos, no introducir datos bancarios, emplear lenguaje correcto.
Respecto a las edades y el uso de pantallas: antes de los dos años no pueden tener contacto con pantallas o aparatos electrónicos. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que entre los 2 a 4 años pueden vincularse con pantallas hasta 1 hora. Entre los 5 a los 17 años, máximo dos horas.
Julieta Sindoni Proto
Psicóloga
lic.julietasindoni@gmail.com
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