El fin del ciclo escolar: qué esperar a nivel familiar

La edad de los 17-18 años es compleja ya que se suceden una diversidad de eventos de manera simultánea, algunos más perceptibles que otros. Lograr una transición sana es posible, dependerá de la capacidad de adaptación personal y familiar para alcanzarlo. Titulamos a esta nota: El fin del ciclo escolar: qué esperar a nivel familiar.

Es una edad en la que la salud mental está más en juego. Por un lado, los adolescentes están más vulnerables al entorno y a influencias externas a la familia dada la independencia adquirida y la búsqueda de nuevos grupos sociales. Por otro, el cerebro, más específicamente la corteza pre frontal, todavía no alcanzó su madurez.

Se siguen perfeccionando las funciones ejecutivas gracias a redes neuronales cada vez más complejas. Más aún si le agregamos el componente hormonal interviniendo. Las primeras relaciones sexuales o de pareja; o al menos escuchar hablar sobre ello y los cambios en el grupo de pares que pueden suceder como consecuencia.

Hay mayores desafíos por las decisiones que se toman en cuanto al futuro. Junto con el duelo que implica dejar la institución y los compañeros que los acompañaron durante toda su infancia.

Además, hay un sinfín de disparadores emocionales que movilizan toda la estructura personal y lo conocido hasta el momento. Y comienzan a aparecer preguntas más trascendentales como: ¿Quién soy? ¿Quién quiero ser? ¿Cuál es mi vocación?.

La familia debería poder hacer eco de éstos planteamientos. Escucharlos, recibirlos, debatirlos juntos. Que los chicos puedan determinar qué quisieran aportar al mundo, desde qué rol quieren vivir. Cuál es su interpretación o razonamiento de su vida hasta el momento y con qué actitud afrontan el futuro. Más aún, con qué actitud afrontan sus sufrimientos y pesares.

A nivel familiar, las expectativas, responsabilidades, el nivel de autonomía, la organización y rutina familiar pasan a ser diferentes a cómo eran antes. Los roles, funciones y jerarquías también cambian y será necesaria una flexibilidad familiar para lograr un nuevo equilibrio.

  • Los límites deben ser especialmente claros, ya que la etapa de la adolescencia suele destacarse por la confusión, la rebeldía, ser ambiciosos y omnipotentes.
  • Las fronteras de la familia con otros ámbitos deberían ser permeables, ya que están en transición dejando el colegio hacia una vida adulta y/o universitaria.
  • En cuanto a las jerarquías, los adolescentes buscan una relación más simétrica con los padres, buscan ser tenidos en cuenta para las decisiones, ser escuchados. Y con el resto de los hermanos menores, si hubiere, buscan una diferenciación y distinción particular.

En este contexto, se suceden una cantidad de celebraciones (como son el viaje de egresados, la fiesta de egresados, el buzo, diplomas, el último primer día y el último último día de clases) dentro de un marco de nostalgia y despedida. Si bien estos ritos de paso marcan el cambio de status: de escolar a egresado; de niño a joven adulto, ninguno lleva a una toma de consciencia o reflexión sobre lo que está aconteciendo. He ahí el peligro de que los adolescentes llenen el vacío con caretas, disfraces, placer y/o excesos sin un trabajo personal.

El fin del ciclo escolar: qué esperar a nivel familiar

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Considero esencial un espacio terapéutico para entender los vínculos en los que están inmersos. Para ver desde qué valores se están relacionando, desde qué ideales se proyectan a futuro.

Un espacio de reflexión en donde poder pensar cómo afrontar el dolor, lo que les preocupa o angustia, su vacío y desde dónde se sienten llamados a vivir. Encontrar un sentido, una motivación última para poder trascender y realizarse como individuos. Concientizar sobre la responsabilidad que tienen para con ellos mismos y el grado de libertad con el que viven.

Una familia se transforma a medida que crecen sus miembros. Si la familia se rigidiza o se vuelve muy lábil, aparecerán conflictos y/o síntomas para señalar que algo no está bien. Me ofrezco a acompañar familias, padres o jóvenes en este proceso.

Lic. Florencia Pérez Pandolfo

Psicóloga Sistémica

florencia.perezpandolfo@gmail.com

Fuente imagen: https://www.hacerfamilia.com/

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