EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA – Por Nicole Quinteros

“Con mis hijos/as no”, era el eslogan que lideraba pancartas y voces de algunos/as mapadres para manifestar su desacuerdo frente a que sus hijos/as reciban educación sexual Integral. Esta negativa hacia su implementación lo hacía parecer una decisión entre adultos/as y no un derecho de niños, niñas y adolescentes, quiénes deben recibirla en sus 3 niveles escolares (inicial, primaria y secundaria) ya sea en escuelas públicas o privadas, confesionales o laicas.  

Sí, con tus hijos/as sí. Es por eso que, entender como un derecho el acceso a información para el cuidado de la salud sexual y reproductiva, es lo primero que nos va a llevar al eje central sobre la importancia de recibirla. En nuestro país rige la Ley N 26.150, la cual fue sancionada por el Congreso Nacional el 04 de Octubre del 2006 y promulgada el 23 de Octubre de ese mismo año. El Ministerio de Educación de la Nación en 2008, con el fin de organizar su implementación, creó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, estableciendo así la responsabilidad del Estado para su cumplimiento efectivo.

Parece mentira seguir discutiendo si nuestros hijos/as deberían o no recibir esta información, si los/as docentes están capacitados/as o si existe una edad para poder abordar los temas que refiere. Un estudio realizado por el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, arrojó (luego de que pasaran por la Sala de Entrevistas especializada por el Organismo) que casi un 80% de los niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años, pudieron comprender que fueron abusados/as, luego de recibir clases de ESI. Lo que nos da un claro resultado acerca de su implementación, siendo esta clave para identificar la figura del abuso, violencia y/o maltrato.

Los objetivos de la ESI son:

a) Incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas;

b) Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral;

c) Promover actitudes responsables ante la sexualidad;

d) Prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular;

e) Procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres.

Ahora bien ¿qué sucede en este contexto de pandemia? Ya que el aula, se había convertido para los niños, niñas y adolescentes también en un espacio de escucha y pedidos de ayuda, con docentes que eran intermediarios hasta ese momento de dichas denuncias. Teniendo en cuenta cada realidad intrafamiliar y de escolarización, fueron muchos los pedidos para que dentro de las plataformas educativas se implementara el correcto cumplimiento de ESI, siendo ésta de carácter obligatorio.

La respuesta la dio Laura Sirotzky (Subsecretaria de Educación Social y Cultural del Ministerio de Educación de la Nación) diciendo “Estamos trabajando con la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) para aportar espacios en dónde hacer denuncias. También en la plataforma -SeguimosEducando- hay un espacio para trabajar cuestiones vinculadas a derechos y estamos haciendo una guía de sobre cómo pueden actuar los/as docentes”. La web Seguimos educando (que posee además una app gratuita para dispositivos móviles), fue lanzada junto con las primeras medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, teniendo más de 2.5 millones de sesiones iniciadas hasta el momento. Dicha plataforma cuenta con recursos digitales amplios para los/as estudiantes, docentes y familias.

Se entiende que en muchos casos la virtualización, dificulta el acompañamiento y contención del docente hacia el/la alumno/a, sobre todo en casos donde éstos están siendo víctimas de abuso y/o maltrato. Es ahí donde debemos repensar el desarrollo de medidas de acompañamiento y espacio de escucha paralelamente al dictado de clases habitual, pero fundamentalmente también, que se garantice la enseñanza de la Ley que abarca aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Es urgente poner el foco en estas cuestiones para que éste contexto de pandemia y encierro no sea motivo de desproteger la niñez o adolescencia sino que por el contrario, se brinden las herramientas necesarias desde todas las escuelas.

Teléfonos y contactos de utilidad:

  • Por maltratos y/o abusos 102 (habilitado en 17 provincias) o 911
  • En la ciudad de Buenos Aires línea 137 de atención a víctimas de violencia familiar
  • Abuso y Violencia Infantil 0800 222 1717
  • Ministerio Público tutelar 0800 1227 376 – WhatsApp 1570377037
  • Página Asesoría Responde http://www.mptutelar.gob.ar/asesoria-responde (consultas y denuncias, pueden ser de carácter anónimo)

Nicole Quinteros

Abogada / Agente en el Organismo de Niñez y Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires / Formada en perspectiva de género y Responsabilidad Penal Juvenil.
Columnista en @RevistaSomosInfancia
IG @nicolequinteros.abogada

También te puede interesar

Un comentario sobre «EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA – Por Nicole Quinteros»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *