En este día, especial para mí, quiero contarles un poco como viví y vivo hoy la nutrición.
Siempre me gustó la cocina, experimentar. Y siempre también desde que tengo uso de razón, tuve fascinación por el funcionamiento del cuerpo humano. Como les conté cuando me presenté, fue sólo cuestión de tiempo el darme cuenta que para saber qué quería hacer por el resto de mi vida, debía simplemente unir mis dos pasiones: así fue que elegí esta carrera maravillosa.
Pero no siempre pensé ni trabajé como lo hago hoy en día. Me recibí creyendo que mi lugar iba a estar en los pasillos de los hospitales.
Luego me di cuenta que lo mío tenía que ser un intercambio más personal, más bidireccional, y ahí decidí iniciar el consultorio.
A medida que fui estudiando, avanzando y descubriendo nuevos saberes, entendí que los viejos paradigmas, los de la “dieta de cajón”, los de la nutrición como sinónimo de estar a dieta, “cerrar la boca”, vivir a pechuga y ensalada, consumir todo light, y basarse en el descenso de peso como objetivo magnánimo quedaron muy detrás. Empecé a conocer y estudiar el funcionamiento del cuerpo desde un punto de vista integral, entendiendo todas sus variables.
Eso fue un quiebre, generando un cambio decisivo en mi forma de abordar la nutrición. Nutrirse va muchísimo más allá de comer, de ingerir alimento. Somos un todo, y funcionamos de esa manera, interconectados. El acto de nutrirse es comer en armonía, en familia, compartiendo un momento, recordando aromas y sabores de la infancia, comer para celebrar, comer para compartir.
Y esto cobra vital importancia en el acto de comensalidad de los niños, particularmente de los bebés en la alimentación complementaria.
Entonces, HOY, en este día, celebro la nutrición de esos bebés, que están aprendiendo lo que es comer, aprendiendo a reconocer los alimentos, explorándolos primero, asegurándose que son seguros viendo e imitando a sus cuidadores, decidiendo qué si y qué no. Tocar, aplastar, tirar, masticar y escupir el alimento, olerlo, todo eso también es nutrición para ese bebé, más allá de que luego lo coma o no.
Amiguémonos con este proceso, que es mucho más complejo que llevarse alimento a la boca y tragarlo. Es aprendizaje, desarrollo, crecimiento, es compartir, brindarse, es amor y dedicación.
¡Les deseo un muy feliz día a todos mis colegas!
Lic. Josefina Danussi
Licenciada en Nutrición
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