Consulta temprana del lenguaje: único y mejor recurso


La inquietud ya estaba instalada desde hace años entre terapeutas y pediatras: “nos parece a nosotros o cada vez hay más chicos con problemas de lenguaje?”. Hoy ya no es una duda: el número de consultas por trastornos del lenguaje infantil está en aumento.
Podemos pensar en muchas causas, discutir factores, especular sobre estilos de vida y crianza, reflexionar sobre el impacto de la tecnología en muestras vidas.
Pero mejor dejemos eso para más tarde. Ahora nos tenemos que ocupar de los niños. Y es urgente porque los únicos recursos que tenemos para ayudarlos son la consulta y el abordaje tempranos.
La comunicación verbal es un largo proceso que se inicia con el nacimiento del bebé y se genera y crece en su interacción con el medio. Es así entonces que tenemos que estar alertas a los signos tempranos que pueden estar demostrando alteraciones en la adquisición del lenguaje.
Cuáles son los signos de alerta entre los 10- 18 meses?
Su mirada:
Fija su mirada en la tuya por tiempos cada vez más largos?
Cuando está con un juguete, alterna su mirada entre el objeto y tu mirada?
Busca tu rostro para mostrarte lo que está haciendo y buscar tu aprobación?
Sus gestos: cumplido ya el primer año podés observar si:
Anticipa cuando lo vas a alzar y levanta sus brazos?
Busca un objeto cuando se lo señalás o se queda mirando tu dedo y tu cara?
Señala con su mano o dedo objetos cercanos que le llaman la atención?
Entrega objetos si se los pedís mostrando tu mano?
Imita tu gesto de negación acompañando tu “no”?
Trata de imitar la mímica de tu cara? (sonrisa, enojo, sorpresa, etc)
Sus emisiones orales:
Balbucea mientras le cambiás el pañal? Trata de imitar tus mímicas y tus sonidos?
En sus juegos orales van apareciendo más silabas o son solamente vocales?
Cuando le decía una palabra, hace intentos por imitarla, aunque sea solamente en una pequeña parte?
Cuando le decís el nombre de un objeto que te está pidiendo, te mira y trata de repetir la palabra o se pone demasiado ansioso y directamente lo toma?
Su comprensión auditiva:
Empieza a reconocer su nombre, el límite, consignas sencillas como “tomá”, “dame”?
Le interesan las palabras de los adultos o está mucho más interesado en sus juegos exploratorios y corporales?
Presta atención cuando le hablamos? Nos mira mientras lo hacemos?
Su juego:
Le da placer compartir objetos y juegos con nosotros o prefiere manejar los objetos solo y a su manera? Nos mira mientras juega?
Acepta pequeños cambios en rutinas y juegos o se muestra inflexible y los rechaza?
Admite juegos donde tiene que esperar su turno, aunque sea muy breve?
(“Conclusión”)
Si aprendemos a observar a nuestros niños podremos ser capaces de detectar cualquier rasgo que no se esté desarrollando correctamente.
Cada niño tiene su evolución propia respecto a tiempos y particularidades.
Pero si se detectan alguno o varios de los signos descriptos, Es recomendable la realización una consulta del especialista para determinar o descartar alteraciones tempranas en la adquisición del lenguaje.
La detección y el abordaje tempranos son los mejores aliados que cada niño puede temer para su óptimo crecimiento. Y somos los adultos que los rodeamos los responsables de otorgárselo.

Lic. Silvia Elena Rodríguez
Fonoaudióloga
MN 7708

Fuente imagen: labebeteca.com

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