Arte, música y escritura como caminos de sanación

Cuando hablamos de arte nos referimos a toda clase de manifestación que expresa el ser humano en forma de obra a contemplar o disfrutar. Sea la plástica, la música, el teatro, la danza o la literatura, podemos hallar caminos de sanación a través de estas.

El ser humano tiene la capacidad innata de crear. Nachmanovitch en su libro Free Play se refiere a la improvisación en el arte y en la vida; “Cuando pensamos en improvisación tendemos a pensar en primer lugar en música o teatro o danza improvisados; pero más allá de los placeres que brindan, estas formas del arte son puertas hacia una experiencia que constituye el total de nuestra vida cotidiana”(…)

Podemos entonces inferir que los seres humanos necesitamos utilizar nuestra creatividad en la vida diaria a fin de resolver situaciones inesperadas, darle un toque más interesante a nuestra cotidianeidad y expresar pensamientos y emociones.

¿Por qué entonces las formas de arte como la música, o las demás nos pueden resultar como caminos de sanación? Justamente por esa necesidad de manifestar sentires, expresar estados de ánimo.

En la película “Nise, el corazón de la locura” se muestra cómo a través de la plástica los pacientes con severos trastornos mentales pudieron salir de sus mundos internos completamente inexplorados y dejar trascender parte de su humanidad que estaba oculta detrás de su realidad más visible. Utilizar el arte en ese caso fue de gran avance en su terapia.

La música, por otra parte, se utiliza para improvisar, crear, escuchar, cantar, danzar, y transformar las realidades en sonidos. Siempre se puede a través de la intervención musical explorar parte de las vivencias internas que muchas veces la persona no sabe que están ahí.

En Psicología, la escritura se utiliza como una herramienta de expresión de estados emocionales. Otorga a la persona la oportunidad de sacar a la superficie lo que no es posible que manifieste de otra manera.

Cuando liberamos sanamos, cuando descomprimimos emociones que nos están ahogando sanamos.

El inconsciente se manifiesta en nuestras producciones. Desde luego que no necesitamos ser artistas consagrados para realizar obras de arte. Solo necesitamos dejarnos llevar por la intuición y el hemisferio derecho de nuestro cerebro para poder disfrutar de ser creadores. La neurociencia nos da más luz sobre este tema y nos deja trascender la utilidad de las artes en el comportamiento del cerebro.

Por. Graciela Sutta

Musicoterapeuta

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