Aprender a disfrutar de nuestros hijos

Es común escuchar que estamos en la “era de la ansiedad”, no sé si será así, pero en las madres y los padres esto se ve todos los días. Seguramente uno de los motivos es el exceso de información. Ojo, la información es muy importante y útil, siempre es bueno poder acceder a ella. Titulamos a esta nota: Aprender a disfrutar de nuestros hijos.

El tema es cuando no estamos preparados ni formados en determinados temas para tener tanta información y tan al alcance. – ¿Y ahora qué hago con todo esto que dice Google? ¿Con todas estas palabras difíciles, estos diagnósticos graves que aparecieron con sólo poner una palabrita en el buscador? ¿Mi hijo tendrá alguna de estas cosas? -.

Cuando un bebé nace pareciera que se “amontonaran” las emociones en nuestro cerebro, sin pedir permiso ni respetar filas, aparecen todas juntas y mezcladas. Ayudadas por las hormonas que a las mujeres nos hacen sentir todo al extremo. Y una realidad que parece un juego de cartas donde aprendimos las reglas, la teoría, vimos jugar a otros, imaginamos cómo lo jugaríamos. Pero que, en definitiva, jamás jugamos, y comenzó ahora: listos, preparados, ¡ya!.

Es por eso que muchas veces todo eso junto genera mucha ansiedad que impide disfrutar a nuestros hijos. Muchas madres y padres están pendientes de que hagan todo “bien”, que cumplan todas las pautas que leyeron en internet que un bebé tiene que cumplir a esa edad. O si duerme mucho, o si duerme poco. O si hace ese ruidito o el otro, o si tiene esa manchita que la vecina me señaló. ¿Y si tiene este trastorno? ¿O aquel otro? ¿Y si estoy haciendo todo mal??

Claro que puede tener un trastorno, nadie puede afirmar que no. Claro que es bueno informarse y poder preguntar al profesional todo lo que les preocupa. De hecho, para eso estamos, para acompañar, responder, escuchar, guiar, orientar y saber detectar cuando hay un problema. Claro que muchas veces los pacientes fueron diagnosticados por una mamá perseverante e intuitiva que no se conformó con el “está todo bien” o “ya lo va a hacer, no seas ansiosa” de un pediatra poco actualizado hasta que dio con quien realmente entendía del tema.

Pero también es verdad que muchas otras sufren en silencio, lloran, no duermen aun cuando su bebé duerme tranquilo, mirándolo para ver si respira a cada rato, pensando que su hijo puede tener algo malo.

Y yo les digo que no podemos tener certezas de nada, porque la naturaleza actúa como quiere, y a veces es muy cruel, pero sí sabemos que, hasta ahora, según lo que evaluamos y vemos, está todo dentro de lo esperado para su edad y su etapa evolutiva. ¿Entonces para qué preocuparse por algo que por ahora no sucede? ¿Por qué no empezar a disfrutar más a tu bebé en vez de estar leyendo todo el día cómo deberías hacer las cosas?

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Hay rangos de normalidad para todo, no todos hacen lo mismo al mismo tiempo. También, hay escalas en donde nos basamos para decir que el bebé está desarrollándose dentro de lo esperado o no.

Los profesionales estamos preparados para detectar o descartar los problemas y es nuestro deber escucharte y orientarte en todo lo que necesites. ¡¡Mientras tanto, tratá de disfrutar de esta etapa que es muy dura pero tan a la vez tan hermosa!!

Lucila Bucich