Para comenzar la nota, te contamos que, el dolor crónico se define como un dolor de intensidad moderada a grave que dura más de 3 a 6 meses y tiene una frecuencia constante o intermitente. Hoy: Una mirada sobre el dolor crónico .
El dolor interactua con múltiples sistemas fisiológicos del organismo, incluyendo factores sociales, culturales, laborales, comunitarios y de relación.
Comprender esto es la base para dejar de perpetuar creencias de que el dolor es inmutable, que el dolor proviene del cuerpo o de la mente. Y que el rol del autocuidado tiene una importancia menor en el manejo del dolor qué el papel de la medicina farmacológica o intervencionista.
El modelo de neuromatriz del dolor propone que el dolor no sólo se produce por estímulos sensoriales, sino también por actividades relacionadas con las cogniciones,las emociones,el movimiento voluntario e involuntario y el estrés.
La ciencia evidencia que los mejores tratamientos surgen de la capacidad de ver el dolor y a las personas que viven con dolor desde muchas perspectivas.
La práctica, por ejemplo de Mindfulness puede ayudar en este sentido ya que:
Facilita la reducción del estrés y la ansiedad. Esto se da, ya que al enfocarse en el presente y dejar ir las preocupaciones sobre el pasado o el futuro, las personas con dolor crónico pueden experimentar una disminución en los niveles de estrés y ansiedad.
Mejora de la regulación emocional: Porque las personas con dolor crónico pueden experimentar emociones intensas como la ira, la frustración o la tristeza. Al aprender a reconocer y aceptar las emociones, las personas pueden desarrollar una mayor resiliencia y capacidad para manejar el dolor.
Mejora del sueño: La práctica de Mindfulness puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. Lo que es especialmente importante para las personas con dolor crónico que pueden experimentar dificultades para dormir.
Mejora de las relaciones interpersonale. La práctica de Mindfulness puede ayudar a mejorar las relaciones interpersonales. Lo que es importante para el bienestar emocional y social de las personas con dolor crónico.
Más sobre: Una mirada sobre el dolor crónico .

A modo de cierre les dejo un pequeño ejercicio que puede ayudarte:
Encontra un lugar tranquilo ,respira profundamente varias veces, permitiendo que tu mente se tranquilice.
Encontra la zona de tu cuerpo donde sentís malestar o dolor: ¿cabeza, pecho, abdomen, espalda, abdomen..? .Puede ser mas de una.Y comenza esta secuencia de SPA:
Suelta: Dirigite a esa zona del cuerpo e imagina que colocas una toalla tibia y relajante sobre ella al, tiempo que mentalmente le envias la orden: «Suélta..Suelta..» Se trata de que cuides y seas compasivo con esa zona.
Paz: Lleva paz deteniendo la lucha que tenes. Dirigirte a vos mismo como lo harías con un amigo: » Esto duele, pero no durará siempre, tranquilízate «
Acepta la presencia de la molestia. Abandona el deseo de que desaparezca.
Permanece con ella sin luchar. Poco a poco sentirás como pacificamente comienza a disolverse.
Este ejercicio ayuda a disminuir la tensión y el dolor emocional asociado al dolor físico, disminuyendo uno se disminuira el otro.
Derechos de autor: Verónica Gonzalez
Instructora Mindfulness Profesional
Nota escrita en exclusiva para «Revista Somos Infancia.
