Mi nombre es María Inés Iglesias. Tengo 58 años. Estoy casada desde hace 35 años. Tengo 5 hijos: Juan Manuel de 34 años, María Belén 31, Sebastián 26, Candela 21 y Bautista de 16 años. Mi familia es mi gran orgullo! Gracias a ella y por ella, he buscado constantemente, a fondo, nuevos paradigmas.
Me casé muy joven y mientras iba formando mi familia, me mantuve siempre en constante formación.
Estudié ”Magisterio”, hice una especialización en “Juego, creatividad y crecimiento personal” , cursé los 5 niveles de “Eneagrama” y dos posgrados de “Neurociencias e inteligencia emocional” en la Universidad de San Andrés y de “Aprendizaje colaborativo” en la Uca, entre muchas otras capacitaciones. Observando mi vida hacia atrás descubro ,como denominador común ,un gran deseo de ampliar mi mirada y una búsqueda constante de nuevas estrategias para tener una mejor calidad de vida y ayudar a los demás a aliviar su sufrimiento. Como bien dice el refrán popular, uno se dedica a lo que más necesita. En mi caso es bien claro ese proceso.
Ser mamá, formar una “familia”, ha sido y es muy importante para mi ya que tuve un dolor muy grande en mi familia de origen que marcó mucho mi vida. Mi mamá falleció cuando tenía 12 años de una enfermedad que la llevó muy rápido. Sumado a otras pérdidas muy significativas.. Todo se dio en dos años Y lo peor fue que no compartimos el dolor que nos atravesaba a todos, tapamos nuestras emociones con el deseo de no dañarnos entre nosotros, creyendo que eso era lo más conveniente. Culturalmente era otro momento, no era tan habitual buscar acompañamiento psicológico, ni había tanta oferta para abordar estos temas, desde diferentes disciplinas, como sucede en la actualidad. Me sentí muy sola. Callé todas las voces que hablaban de mi tristeza, encontrando calma y refugio en la espiritualidad. Fui a un colegio religioso y en la oración contemplativa encontraba “mi lugar seguro”, mi “ancla” y la serenidad necesaria para empezar a habitar todo lo que iba sucediendo.
Estas vivencias tan profundas, a tan temprana edad, me invitaron a dedicarme a acompañar a otros en sus procesos de búsqueda. Me incliné mucho a “la escucha activa”, a detectar señales y pedidos de auxilio no convencionales. Desde adolescente fui líder de grupo en talleres de autoconocimiento y espiritualidad en el colegio. Me capacité en el tema amamantamiento y fui “Mamá líder en crianza y amamantamiento” durante varios años en la Fundación Nuñu. Como maestra disfruté plenamente el encuentro con los niños y sus familias, siempre muy atenta a la comunicación. Me fui sanando, recuperándome en el maravilloso encuentro con otros. Hice muchos años terapia, yoga, terapia corporal hasta que entré en contacto con la “meditación” y me enamoré de esta maravillosa práctica. Me recibí de “Técnica en Dinámica Mental” y, desde hace 17 años, coordino grupos de enseñanza y práctica meditativa.
Trabajé 30 años como maestra de grado, 7 años como catequista, y los últimos 3 años, como Tutora Pedagógica, en el Colegio Nuestra Sra. de la Unidad, en San Isidro. Formar parte de esta comunidad fue un gran regalo en mi vida y un enorme desafío, ya que se trata de colegio pionero en “Integración escolar “. Trabajar con otros, aprender y descubrir juntos, es mi gran pasión ya que nadie es tan inteligente como todos juntos. Como Tutora tuve a mi cargo el proyecto de Mindfulness, transversal a todo primaria y jardín de infantes. Fue una experiencia muy nutritiva, ya que capacité al equipo docente y directivo, a los padres en talleres y a los alumnos en el espacio de tutoría.
Actualmente me desempeño como Instructora de Mindfulness para niños y adultos. Es una gran alegría para mi poder dedicarme a habilitar caminos de encuentro con uno mismo, descubrir y aceptar heridas, reconocerlas, abrazarlas, atenderlas amablemente. Hice el AMT (Instructorado infantil de Mindfulness, método Eline Snel ) . Una propuesta holística que responde a todas mis expectativas, con el aval de las Neurociencias.
En Mindfulness encuentro la maravillosa posibilidad de integrar armónicamente los pensamientos, con las emociones y el cuerpo, sin juzgar, dando lugar a todo lo que va sucediendo, sin negar ni reprimir nada. Aprendí a vincularme mejor conmigo, a estar bien cerquita de mi propia experiencia con amabilidad, escuchándome y permitiéndome, de este modo, ofrecer mejor calidad de encuentro a los demás.
En este proceso de “dar y recibir “ capacitándose constantemente, conocí a Silvina Chanu. Enseguida las dos sentimos afinidad, ya que en nuestros corazones resuena la misma búsqueda. Nació una hermosa amistad .Decidimos ofrecer juntas un proyecto que se llama “Sintonía presente”: una invitación a sintonizar con la energía de la vida en la frecuencia “presente”, descubriendo que somos mucho más de lo que alguna vez pudimos imaginar. Mediante talleres, seminarios y variadas propuestas de aprendizaje y práctica de Mindfulness a niños, adultos, familias, profesionales y empresas.
Este año disfruté mucho del “Entrenamiento en el Cultivo de la Compasión “. Actualmente estoy cursando el Practicum en el “Programa de Mindfulness para la reducción del estrés” dictado por el Lic. Javier Candarle.
Ofrecer este espacio de encuentro y aprendizaje es muy valioso para mi ya que siento que nos prepara integralmente para tener una vida más plena, transitando con más herramientas y estrategias las crisis que se presenten, y disfrutando con más Conciencia la Vida que habita en nosotros. Como dijo un profesor alguna vez, “ en tiempos de paz, preparémonos para la guerra”. Lejos de ser catastrófica, creo que una persona con habilidades de inteligencia emocional tiene en sus manos el timón de su vida. Va a poder elegir qué hacer con lo que le sucede, sin ahogarse en el mundo emocional y pidiendo auxilio cuando sea necesario.
¡Mindfulness me llena de esperanza!, Ya que si desde temprana edad cultivamos semillas de atención plena, vamos a tener adultos capaces de crear un mundo mejor !
Y esto ya está sucediendo.
María Inés Iglesias
Instructora de Mindfulness
Adultos y niños
sintoniapresente@gmail.com
@mindfulness_sanisidro
