Soy Daniela Gastaldi, tengo 42 años, nacida en Bahía Blanca, cuidad del interior de la Provincia de Buenos Aires, caracterizada por ser “cerrada y estructurada” en muchos aspectos.
Si tuviera que definirme diría que soy una mujer apasionada, resiliente, luchadora, con espíritu inquieto, perseguidora de sueños, emprendedora, buena gente, sencilla, de valores profundos.
Soy la hermana del medio de una familia de clase media compuesta por madre, padre, hermana y hermano. Pertenezco a una familia de gente trabajadora que siempre busco salir adelante. Realicé todos mis estudios trabajando a la par para solventarlos. Estoy convencida que estudiar mucho y esforzarse es la manera de conseguir lo que uno quiere en la vida, de acercar los sueños y transformarlos en una realidad.
Desde chica me gustó enseñar, transmitir. Jugaba a ser maestra de mis muñecas primero y de los amiguitos de mi hermano después, ja. Por ello cuando tuve que optar por una profesión, conjugué ese aspecto, con mi capacidad de empatía y de escucha. Estudié primero Profesorado de Psicología y luego Licenciatura en Psicología.
Dentro de lo que una desea transmitir, me hubiera encantado saber cantar. Soy cantante frustrada. Canto bajo la ducha y siempre que puedo. El año pasado incursioné en Psicodrama, experiencia movilizante y transformadora.
Trabajo desde hace muchos años en consultorio con pacientes y familias. También he trabajado en el Hospital Municipal de mi ciudad en el área infanto juvenil. Siempre me interesó realizar intervenciones tempranas. Apostar por la salud, de allí mi frase: “Acompañemos a las familias desde el origen”
Desde que me recibí busqué trabajar como profesora, ya que me apasiona la idea de ayudar a otros a pensar y a pensarse como profesional de la salud. Es muy difícil ingresar en una Universidad cuando no tenes experiencia.
Después de mucho insistir, conseguí ingresar como Ayudante Ad Honorem. Así estuve durante tres años, hasta que conseguí mi primer cargo rentado. En la carrera de Psicología de la USAL participé de varias materias: “Psicopatología de la Adultez y Senescencia”, “Psicopatología Infanto Juvenil”, “Introducción a la Psicología”, “Procesos Básicos”, pero en la que más trabajé fue en Psicología del Desarrollo (15 años).
Mi formación de base fue el Psicoanálisis. Me formé con Postrados de esa línea, a la par que trabajaba en Docencia con una colega de línea Cognitiva. Compartimos muchos años de docencia conjunta, donde aprendimos mucho una de la otra.
Luego realicé la Formación en Salud Mental Perinatal del Instituto Europeo. Todas estas experiencias me permitieron conocer otras teorías, otros abordajes y nutrirme de sus aportes. Me permití abrir mi cabeza, pasar por un tamiz mi forma de trabajo, deconstruirme y armar mi propio bagaje de conocimientos y experiencias, que me permitirían trabajar de un modo más libre y próximo a mis pacientes y alumnos. Desde hace años me centro en la Prevención y la Promoción de la salud. Me interesa la participación social y comunitaria. Busco salir de los límites de las cuatro paredes del consultorio.
Actualmente cuando me preguntan sobre mi “línea teórica” contesto: tengo “mi línea”, que es mía, es un producto de ensamblajes diversos de teorías psicológicas, de otras disciplinas con las que me relaciono, de las que aprendo y con las que sigo integrando aprendizajes y experiencias.
Tenía mucho deseo de contribuir con mi profesión, y hacerla expansiva a otras carreras donde no abunda la mirada psi. A veces “los psi” somos resistidos por no saber llegar a los demás con un lenguaje claro, sencillo, humano. Concursé varias veces dentro del Departamento de Ciencias de la Salud de la UNS, motivada por trabajar interdiciplinariamente y en el intento de jerarquizar mi profesión dentro de carreras más ligadas a la Biología. Comencé como Tutora en la Licenciatura de Enfermería, luego pasé a Medicina, y este año estoy estrenado en la Tecnicatura de Acompañante Terapéutico.
Este año también comencé a trabajar en la UNISAL, en una materia nueva dentro de la carrera: se llama “Desarrollo psíquico temprano y cuidado parental”. Me encanta y me emociona que la Psicología Perinatal pueda instalarse de este modo dentro de la Universidad en mi ciudad. Lo siento como un hecho pionero. Igual sensación que cuando en 2016 propuse en el Colegio de Psicólogos de mi ciudad la creación de una Comisión de Psicología Perinatal, a la par que fundaba mi Web de Educación Interdisciplinaria: “Psicología Perinatal Argetina”. Ya se han formado en ella más de 2500 profesionales de Argentina y Latinoamérica. Al año siguiente creé la Red Argentina Interdisciplinaria de Vínculo Temprano”, donde permanentemente invito a profesionales y agentes de salud/educación a sumarse. Son proyectos que se sienten como hijos de la vida, donde una vuelca pasión, entusiasmo y compromiso!
Hoy me siento feliz y orgullosa de ver cómo muchas cosas van cambiando y sentirme partícipe de este proceso. Cada día hay mayor conciencia de que la vida debe cuidarse desde el origen, y que las familias requieren ser acompañadas y sostenidas.
Siempre quise formar una familia. Me casé hace varios años y tuvimos tres hijos. La mayor tiene 10 años, y sus hermanos mellizos 9. Esta maternidad tan intensa, transformó mi vida personal y profesional por completo. Transitar mis embarazos y años de crianza me hicieron notar el desamparo emocional con el que esto se vive, ya que los abordajes en salud siguen siendo muy biologicistas y las tareas de crianza siguen cargándose sobre las espaldas femeninas. ¡Las madres también necesitamos ser maternadas! Transité y transito mucha soledad y angustia en torno a la complejidad que abarca la crianza. Mi matromonio se disolvió producto de desencuentros tras convertirnos en mamá y papá. Fue la situación más difícil que me tocó atravesar en la vida. Ver mi sueño desmoronarse, caer, pasar por un año de depresión y aún así continuar sosteniendo a mis hijos, mi vida, mi casa, mi profesión. La vida sigue, y yo con ella. Tiempos de profundos cambios e introspección. Metamorfosis. Renacer. Florecer. Mis heridas me atraviesan y me mueven a ayudar a otras mujeres madres que necesitan ayuda, y a “enredarme” (de “red”) con otras en esta tarea.
Entiendo que las personas somos seres bio-psico-socioles y espirituales. Por ello sostengo que los abordajes en salud que no toman esto en cuenta, se quedan “cortos”. Las personas somos demasiado complejas y multideterminadas como para ser abordadas desde un único aspecto.
Como en los primeros años de la infancia se sientan las bases de la salud mental, y me parece fundamental que esto se valorice, me formé como psicóloga perinatal, hace poco obtuve mi Especialidad en el área. Me siento super feliz de contarme dentro de las primeras Especialistas del País. Trabajo en pos de ello desde diversos ángulos: dando talleres para personas gestantes, madres y padres en épocas de crianza, maestras de maternal y de jardines, formando a profesionales y agentes de salud en temáticas de salud mental perinatal: psicologxs, médicxs, enfermerxs, obstétricxs, puericultorxs, acompañantes terapéuticxs, etc.
Estoy convencida que los profesionales y agentes de salud debemos estar muy pendientes de nuestra propia salud, ya que es nuestra herramienta de trabajo. No somos seres alados a los que no nos influye nada, no tenemos superpoderes que nos eximen de enfermar o sufrir. Por ello hago hincapié en la noción de “cuidar de quienes cuidan”. (Creé una página en face llamada “Estres y Burnout” donde posteo sobre estas cuestiones). Aprendí que practicar meditación y mindfullnes es una excelente opción.
Muchas veces la sociedad espera que cuidemos de ella sin considerar que también necesitamos ser cuidados, y en más de una oportunidad nosotros mismos lo pasamos por alto.
Una manera de cuidarnos es sostenernos en equipos de trabajo, por ello es fundamental crear REDES, no trabajar aislados, aprender a trabajar con otros, respetando los distintos puntos de vista.
Mi manera de pensar el trabajo en salud incluye los siguientes paradigmas: promoción de la salud, prevención de la enfermedad, interdisciplina y trabajo en redes.
En 2017 viví en España, y fue una experiencia muy enriquecedora para mí, porque estar en contacto con gente que vive, piensa y siente de otro modo, o en otra cultura (si bien nos parecemos bastante), me ayudó a abrir más mi cabeza en muchos sentidos. “La mente es como un paracaídas: si no se abre, no funciona”.
En carreras donde interviene el “acompañar” y “asistir”, se requiere de mucho trabajo con la propia persona, por ello me interesa acentuar la importancia de cultivar aspectos de nuestra persona y valores que son esenciales para trabajar en salud: empatía, capacidad de apertura, de respeto, de diálogo desprejuiciado, trabajo mancomunado, tolerancia a la frustración, resiliencia.
Espero no haber aburrido, pero tenía mucho para contar…
Gracias por leerme.
Lic. Daniela Gastaldi
Especialista en Psicología Perinatal
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