¿Que es una alimentación saludable?

Hoy en día convivimos rodeados de información por todos lados, la tv, radio, diarios, revistas, internet, redes sociales, etc.

El área de la nutrición no se encuentra exenta de esta situación. Es muy común ver dentro de la consulta, y por las redes, como se brinda información muchas veces errada, o desactualizada, o se dan “tips” sin fundamento (el conocido “hice esto que me contó la tía del vecino de mi prima), aunque con la mejor intención la mayoría de las veces, eso seguro. Por esto decimos muchos profesionales del área de la salud que la información de internet es un arma de doble filo, muy valiosa por un lado, y por el otro, puede llegar a ser peligrosa. ¿Por qué? Porque se difunde constantemente información sin tener en cuenta a veces la forma en que lo va a tomar el receptor.

Esto sucede con la definición de alimentación saludable. Alrededor de este término hay mucha moda y tendencia que genera confusión por exceso de información.

Es por todo lo antedicho que me parece necesario describir de qué trata realmente la alimentación saludable.

Una alimentación saludable es aquella que asegura la incorporación y el correcto aprovechamiento de los nutrientes a través de la ingesta de alimentos sanos. ¿Qué son los alimentos sanos? En primer lugar, son aquellos alimentos en su forma primitiva, los que nos brinda la naturaleza: frutas, vegetales, hortalizas, legumbres, cereales, frutos secos, semillas, brotes, carnes, huevos.

Luego siguen aquellos alimentos a los que se los interviene ya sea modificándolos, agregándole/quitándole un número reducido de sustancias (alimentos procesados): harinas, pastas, leches, yogures, quesos, salsas, etc.

En tercer lugar se encuentran los alimentos ultraprocesados, que ya no forman parte de los que se incluyen en una alimentación saludable: jugos, gaseosas, galletitas de paquete, sopas de sobre, comidas pre-cocidas, golosinas, snacks, etc. Esto es así porque para producirlos se agregan muchos aditivos, altas concentraciones de sodio, azúcar en grandes cantidades y de varias formas, conservantes, intensificadores de sabor, colorantes, gelificantes, etc para volverlos muy palatables y que al consumirse el efecto en nuestro organismo sea de placer inmediato, generando necesidad de seguir consumiéndolos.

Además de hacer reparo en el tipo de alimentos que decidimos consumir, para que nuestra alimentación sea saludable debe además ser completa, equilibrada, variada y armónica. Pero por otra parte, no debemos dejar de lado el componente cultural y social que tiene el acto de comer. Nutrirse va mucho más allá de simplemente comer alimentos que nos hagan bien orgánicamente. Por ejemplo, un plato caliente en invierno nos reconforta, como nos refresca y renueva la energía comer una porción de una ensalada de fruta colorida un día agobiante de verano. Entonces, como nuestras decisiones se ven influenciadas por muchas variables, es importante ser conscientes a la hora de comer, pensar que ese plato que tenemos en frente es alimento, es energía para nuestro cuerpo, es un momento compartido en familia o con amigos, es una receta heredada y llevada a cabo con amor. También debemos comprender que consumir aquellos alimentos que no son tan sanos de vez en cuando, al festejar algún acontecimiento o simplemente asistir a una reunión, sin sentir culpa ni necesidad de realizar luego actos compensatorios, eso también es alimentarse de forma saludable.

Lic. Josefina Danussi

Licenciada en Nutrición

@danutri.ok

osefinadanussi@gmail.com

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